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CARACAS

Nicolás Maduro jura su segundo mandato y será presidente de Venezuela hasta 2025

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha jurado su segundo mandato, por lo que seguirá al frente del Gobierno hasta el año 2025. La toma de posesión ha estado marcada por la ausencia de líderes internacionales  –sí han acudido los de Bolivia, Cuba, Nicaragua y El Salvador–, que tratan de forzar una repetición electoral. El Ejecutivo bolivariano ha denunciado el interés «injerencista».  

Nicolás Maduro, sonriente, con los atributos presidenciales tras jurar su segundo mandato. (Yuri CORTEZ/AFP)
Nicolás Maduro, sonriente, con los atributos presidenciales tras jurar su segundo mandato. (Yuri CORTEZ/AFP)

El mandatario ha tomado juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en Caracas. «Juro a nombre del pueblo de Venezuela (...) que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma y que cumpliré y haré cumplir todos los postulados y mandatos de la Constitución», ha dicho Maduro ante el presidente del TSJ, Maikel Moreno.

El juramento, ha indicado el Maduro, es un compromiso con el que procura «defender la independencia e integridad absoluta de la patria, procurar llevar a la prosperidad social y económica» al pueblo venezolano y «construir el socialismo del siglo XXI».

A continuación, Moreno le ha proclamado presidente para el periodo 2019-2025 y le ha impuesto los atributos presidenciales de Venezuela, el collar y la banda, en medio de los gritos de «victoria» del público, que ha estallado en aplausos con las menciones a Chávez.

La toma de posesión se ha llevado a cabo en el TSJ y no en el Parlamento, como indica la Constitución, después de que el Supremo declarase a la Cámara en «desacato» en 2016, pocas semanas después de que la oposición se hiciera con la mayoría de los escaños.

Presión internacional contra Maduro

La mayoría de países de América Latina, al igual que Estados Unidos y la Unión Europea, no han enviado a ningún representante a la toma de posesión, al no considerar válidos los resultados de las elecciones de mayo pasado, en las que el jefe de Estado fue reelegido con cerca del 70% de los votos.

Trece países del Grupo de Lima –Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía–, Estados Unidos y Canadá, así como la UE y sus estados miembro han decidido no acudir.

México, el otro integrante del Grupo de Lima, ha optado por enviar al encargado de negocios de su Embajada en Caracas.

El Grupo de Lima ha anunciado que, a partir del 10 de enero, iniciará una ofensiva diplomática contra Maduro y su Gobierno para forzarle a celebrar unas elecciones «creíbles». Estados Unidos ya ha ampliado su lista de sanciones contra Venezuela –el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, ha afirmado que EEUU no reconocerá la «ilegítima» toma de posesión– y la UE se mantiene a la expectativa.

Actitud «injerencista»

Maduro ha respondido dando un ultimátum de 48 horas al Grupo de Lima –al que ha calificado de marioneta de Estados Unidos– para que corrija su actitud «injerencista», bajo amenaza de adoptar «las medidas más crudas y enérgicas en diplomacia y en defensa de un Gobierno».

Los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; Cuba, Miguel Díaz-Canel; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Osetia del Sur, Anatoli Bibílov; y Abjasia, Raul Jadyimba (los dos últimos países no reconocidos por Naciones Unidas) encabezan la lista de dignatarios que sí han acudido al acto. 
 
OEA y Paraguay
 
Este mismo jueves, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha decidido en sesión extraordinaria «no reconocer la legitimidad» del segundo mandato de Nicolás Maduro.

«Con 19 votos a favor, seis en contra, ocho abstenciones y una ausencia, el Consejo Permanente de la OEA acuerda ‘no reconocer la legitimidad del período del régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2019’», ha anunciado el bloque regional en Twitter.

Por su parte, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ha anunciado la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela y el cierre de la embajada paraguaya en Caracas tras la toma de posesión de Nicolás Maduro para su segundo periodo de Gobierno.

En una intervención ante la prensa en el Palacio de Gobierno, el mandatario ha señalado que su Gobierno ha adoptado «la decisión de romper relaciones diplomáticas con la República Bolivariana de Venezuela», en base al «ejercicio de sus atribuciones constitucionales y de la soberanía nacional».

¨En ese sentido se ha dispuesto el cierre de nuestra embajada y el inmediato retiro del personal diplomático paraguayo acreditado ante dicho país», ha explicado.