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Barcina dice que la desaparición de la CAN fue una pérdida «sentimental» y no económica

La expresidenta de Nafarroa Yolanda Barcina, que ha comparecido en el Parlamento ante la comisión que investiga la desaparición de Caja Navarra, ha asegurado que el final de la citada entidad supuso una pérdida «sentimental» y no económica. Además, ha negado cualquier responsabilidad en lo ocurrido con la CAN.

Barcina, en su comparecencia en la comisión sobre la CAN. (Iñigo URIZ/FOKU)
Barcina, en su comparecencia en la comisión sobre la CAN. (Iñigo URIZ/FOKU)

Barcina ha defendido la «legalidad» de las dietas cobradas en Caja Navarra durante su comparecencia. Preguntada por EH Bildu si la Junta de Entidades Fundadoras llegó a celebrar «dobles y triples sesiones», se ha remitido a los convocantes y dudado de la intencionalidad de la pregunta.

«Las dietas son legales y conocidas, ya se ha hablado todo», ha dicho Barcina y ha barajado que quizás las preguntas son desde el punto de vista «ético o moral, o desde el dinero», y en ese caso les ha preguntado «si no lo preocupan más las dietas por extorsión, impuesto revolucionario o incluso con asesinato».

Tras insistir en que este asunto es ya conocido y «está archivado», Aranzazu Izurdiaga le ha recordado que las dietas fueron criticadas por los trabajadores de Caja Navarra y le instado a aclarar los datos.

Interpelada por los nuevos estatutos que despolitizaron Caja Navarra, Barcina ha indicado que no participó en ellos y «no me consta» que fuera necesario hacerlos por el proceso de fusión de cajas.

Ha añadido que le sorprende que se critique algo como las retribuciones hasta los 75 años a expresidentes del consejo general de la caja y de la junta de entidades fundadoras cuando en otros lugares no hay límite de edad.

Tampoco ha aclarado si la permanente de la Junta de Entidades Fundadoras era un órgano conocido pero sí ha asegurado que se reunían en la sede central de la entidad y durante el día, y ha defendido como «ajustada a derecho» la presencia del expresidente Miguel Sanz en un sesión «sin contenido», «de un minuto», y cuando ya no formaba parte de este órgano.

«Cambiamos el sistema, también cambiaron las leyes, y se tomaron decisiones. Nos estábamos cuestionando todo en aquel momento, también en el Gobierno las cesantías o las ayudas», ha asegurado Barcina, que ha reprochado a EH Bildu que se cuestione por la ética de las dietas pero no de las extorsiones o de la falta de libertad.

Ha negado asimismo que se incrementaran las retribuciones del Gobierno cuando se suprimieron las dietas de CAN y otras sociedades públicas sino que se hizo un cambio en el sistema y «un esfuerzo de transparencia», «todo en los presupuestos», ha matizado cuando Izurdiaga ha apuntado que la subida salarial que se aplicaron fue del 33%.

La expresidenta ha destacado que de 2000 a 2010, cuando cambiaron los estatutos, fue consejera y miembro de la comisión de control, que presidió, pero a la que no le correspondían las decisiones de procesos de fusión como el de Banca Cívica ni la posterior absorción por Caixabank.

Barcina ha sostenido además que «una cosa es que por cargo uno tenga firmas y otra usarlas para ningún tipo de actuación en la Caja u otras entidades. Siempre he preferido actuaciones colegiadas de quienes tenían las competencias».

Defensa de Goñi

En relación al exdirector general de la entidad Enrique Goñi, le ha calificado de «persona competente». A preguntas del portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez, Barcina ha indicado que lo que supo de Goñi para dirigir la entidad fue la información que se dio al consejo general y que este aprobó el nombramiento.

«Las actas están para dejar constancia de lo que pasa», ha añadido, y precisado que ella «solía asistir a aquello que era obligado, lo que estaba perfectamente establecido, pero no a grupos o reuniones de trabajo por la actividad que tiene un alcalde, como el de Pamplona», cargo que desempeñaba cuando se nombró a Goñi.

Control «riguroso»

La expresidenta ha asegurado que lo sucedido en Caja Navarra fue «perfectamente legal» y «la comisión de control», que ella presidió unos años, «hacía sus funciones de forma rigurosa y conforme a ley».

Y cuestionada por su capacidad para ello por el portavoz de Geroa Bai ha añadido que «si usted es médico y se siente capacitado para juzgar en esta comisión lo que está juzgando, yo exactamente igual», al tiempo que ha subrayado que como alcaldesa de Iruñea o presidenta de Nafarroa ha tenido responsabilidades presupuestarias muy superiores.

«La caja tenía un consejo general, el que en otras cajas se llama asamblea o junta general, y le correspondía aprobar el presupuesto y verificar que las funciones se estaban haciendo bien» y para ello «estábamos personas diversas y capacitadas» con «una representación muy ajustada a la representación social», ha precisado.

Después, ha añadido, «estaban el consejo de administración y la comisión ejecutiva, los que ejecutan, y la comisión de control que controla con auditores internos y externos, y con informes del Banco de España, y cuando te dan una luz roja se actúa, sino no».

Tras indicar que «los problemas tienen solución, los datos no», Barcina ha sostenido que desde fuera del Parlamento «resulta muy difícil entender» el papel de la comisión que investiga la desaparición de Caja Navarra y ante la que ella ha tenido que comparecer esta mañana para tratar sobre algo «perfectamente legal» y ocurrido hace años.

Ha defendido así el papel de la comisión de control, «donde había preguntas, muchas preguntas, debates y que no se recogían en las actas salvo interés particular de alguien», aunque no ha querido entrar en cifras como los 958 millones de pérdida patrimonial de Caja Navarra con Enrique Goñi, según ha subrayado Geroa Bai.

Lo que sí ha hecho Barcina ha sido destacar que de las 45 cajas del Estado «han desaparecido todas menos dos» y CaixaBank es la fundación que más recursos destina de Europa a obra social, lo que sumado a los fondos de la Fundación CAN «da el mayor número de euros por habitante».

«Un buen puerto. Aunque yo no tomé las decisiones, igual hay que felicitar a alguien», ha subrayado.

Compra de la sede «sin conflicto de intereses»

Además, Barcina ha afirmado que en la compra del inmueble de la sede central de Caja Navarra no hubo por su parte conflicto de intereses, por lo que ha pedido que se eviten difamaciones, calumnias o dudas a su honorabilidad. Ha recordado que este asunto ya ha llegado a los tribunales y «ha sido archivado».

Tras indicar que información privilegiada «es la que solo tienes tú», ha asegurado que en el caso de la oferta a los clientes de CAN para adquirir la sede central y para luego arrendar, ‘Diario de Navarra’ publicó la noticia meses antes de que ella entrara en la operación.

Y además, ha dicho, «se informó a más de 4.000 personas, a mí me lo ofreció un gestor de Banca Cívica con una rentabilidad positiva pero también con riesgos» porque si hoy Caja Navarra estuviera como el Popular «no hay rentabilidad» o tampoco «si baja el mercado» inmobiliario