La decisión de la dimisión se ha hecho pública esta mañana tras la reunión semanal del Gabinete, un día después de que Hamdallah anunciase el lunes que ponía su cargo en manos del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.

El primer ministro ha agracedido el apoyo y la confianza durante su mandato, y se ha comprometido a mantenerse al frente del Ejecutivo hasta que se cree uno nuevo, para lo que ya se ha puesto en marcha a un comité especial, según recoge la agencia estatal de noticias palestina Wafa.

Hamdallah ha reaccionado así a la exigencia el por parte del liderazgo de Al-Fatah, encabezado por Abbas y mayoritario en la Organización de Liberación Palestina (OLP), de que el primer ministro fuese destituido y se formase un nuevo Gobierno.

Sin embargo, ambas fuerzas fracasaron en ese y otros intentos de reconciliación. El Ejecutivo que se disuelve fue establecido en 2014 tras un pacto entre Al-Fatah y Hamas, que gobierna en Gaza por lo que inicialmente era conocido como gobierno de consenso.

«Al-Fatah rechaza formar un gobierno de unidad nacional y convocar elecciones generales», ha criticado desde Gaza Husam Badran, miembro del Buró Político de Hamas, que ha denunciado que la decisión de disolver el Ejecutivo «de consenso nacional» y crear uno que no les incluye a ellos o a la Yihad Islámica «refleja su monopolio de poder y unilateralismo», publica la página web de la organización.

Por el momento, no hay candidatos designados, aunque suenan como favoritos algunos veteranos políticos palestinos como Mohamed Shtayeh, Saeb Erekat –actual secretario general de la OLP y jefe negociador palestino– o Azam al-Ahmed para reemplazar a Hamdallah, que antes de su designación enseñaba inglés en la Universidad de An Najah, en Nablus.