El pasado sábado, Rayo y Atlético se enfrentaron en un derbi madrileño en el campo de Vallecas. En la grada estuvieron varias decenas de seguidores ultras del conjunto colchonero, con una pancarta del Frente Atlético y diferentes símbolos de corte fascista, racista y xenófobo. También realizaron saludos nazis y corearon diversos lemas como «puta ETA, puto Zabaleta», en referencia al aficionado realista apuñalado mortalemente por uno de los integrantes de este grupúsculo.
La afición rayista, conocida en general por su militancia de izquierdas y antifascista, y que siempre ha honrado la memoria de Zabaleta, mostró con claridad su rechazo a la presencia del Frente, si bien la seguridad privada del club franjirrojo no emprendió ninguna actuación.
La RFEF reconoce que las actitudes fascistas tuvieron lugar «en concreto en la zona ocupada por la afición del Atlético», pero subrayan que es el club vallecano el responsable «en su calidad de organizador del encuentro» por lo que se le «ha incoado expediente extraordinario», que podría terminar en una sanción.