Los anfitriones tenían que obrar un milagro casi imposible y con esa circunstancia ha jugado la escuadra irundarra para, aunque por debajo en el electrónico casi todo el partido, no permitir que las diferencias fueran nunca excesivamente sensibles.

El técnico de Anaitasuna, Iñaki Aniz, había pedido a los suyos que se reivindicasen como equipo ante su afición y han recogido el guante. Casi desde el principio –minuto seis– han llevado la iniciativa en el luminoso con un Bols muy acertado que ha frenado las acometidas guipuzcoanas.

El desequilibrio ha obligado al preparador de Bidasoa, Jacobo Cuétara, a pedir tiempo muerto en el minuto 11, con el objetivo de que la sangría no se desbocase, pero los navarros han seguido a lo suyo, abriendo cada vez más brecha hasta ponerse por delante con un claro 14-8 al descanso.

Tras el paso por vestuarios, el cuadro irundarra ha decidido aportar mayor intensidad y las diferencias se fueron recortando, hasta colocar un 22-18 en el marcador bastante más tranquilizante, lo que ha coincidido con una exclusión de Bazán.

Recuperada la igualdad numérica, de nuevo las paradas de Bols, sumado a otra exclusión, en este caso del lado visitante, amén del acierto de Gastón y Bazán han disparado de nuevo a los locales para, al menos, hacerse con el triunfo, mientras Bidasoa festejaba su pase a la fase final copera.