Nursultán Nazarbáyev, de 78 años, ha anunciado por sorpresa hoy que renuncia a su cargo tras tres décadas en el poder.

«Queridos kazajos, compatriotas y amigos. Me dirijo a vosotros en un momento muy importante en la historia de nuestro país que hemos estado construyendo juntos... He tomado la difícil decisión de dimitir», ha dicho en un mensaje a la nación, en l que ha recordado que tiene el honor de ser el primer presidente del Kazajistán independiente.

Nazarbáyev tendrá, sin embargo, poderes extendidos tras su salida de la Presidencia gracias a una ley votada en 2018 y a su estatuto de «padre de la nación», que le garantiza la inmunidad judicial y un papel influyente.

Nazarbáyev llegó a la presidencia país cuando Kazajistán todavía era una república soviética, en abril de 1990, entonces como primer secretario del Partido Comunista y líder del Soviet Supremo. Conservó el poder tras la independencia, en 1991, y fue reelegido varias veces por mayoría absoluta, la última en abril de 2015 con el 97,5% de los votos, y nunca designó claramente a su sucesor.

Posible paso hacia la sucesión

En setiembre de 2016 nombró a su hija Dariga como vicepresidenta del Senado, en un gesto que fue visto como un posible paso hacia la sucesión de su padre ya que según la Constitución kazaja, si el presidente fallece o se ve incapacitado para desempeñar sus funciones, es el presidente del Senado el que ocupa el puesto de forma interina.

Por ahora, el cargo que deja vacante Nazarvayev lo ocupará el actual titular del Senado, Kassym-Jomart Tokayev. Por su parte, Nazarvayev seguirá siendo miembro del Consejo de Seguridad y presidente del partido gobernante, Nur Otan.

El anuncio llega menos de un mes después del brusco despido del gobierno kazajo por parte de Nazarbáyev, que le hizo responsable de los malos resultados económicos.

El presidente prometió luego medidas sociales por miles de millones de euros para responder al descontento creciente de la población, menos de un año antes de las próximas elecciones presidenciales.