«Estas medidas drásticas no están justificadas y mucho menos por la cuenta de resultados», afirma el comité en un comunicado, y añade que además se suman a diversos cambios en política de personal, especialmente en las secciones de rehabilitación y administración.

En opinión del comité, «bajar ratios de personal de forma drástica afecta directamente a la calidad del servicio que se presta, y deteriora las condiciones laborales», por lo que reclama de la dirección «una actitud más dialogante y negociadora ya que hasta la fecha han rechazado todas las propuestas para evitar salidas traumáticas».

Una vez analizados los datos económicos, el comité subraya que «el gasto de personal no es el capítulo que ha podido generar el déficit económico al que alude la dirección», y agrega que, «en todo caso, unas malas decisiones en la gestión de la clínica no pueden volcarse sobre las espaldas de la plantilla».

Y denuncia «la inestabilidad, el nerviosismo y la incertidumbre» generadas por los planeas de la empresa, «una irresponsabilidad ya que se traslada un ambiente negativo a pacientes y asegurados», por lo que, aseveran «no sólo están en juego nuestras condiciones laborales sino que también está en juego el prestigio de la propia clínica».