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La UE y Canadá no reconocerán los fallos en EEUU contra sus empresas en Cuba

La Unión Europea y Canadá han anunciado este miércoles que no reconocerán las sentencias que puedan dictarse en Estados Unidos contra intereses europeos o canadienses en Cuba, después de que Washington haya decidido reactivar la ley Helms-Burton, que permite llevar a los tribunales del país a empresas extranjeras que operan en la isla.

Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU. (Eric BARADAT/AFP)
Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU. (Eric BARADAT/AFP)

«La Unión Europea y Canadá consideran que la aplicación extraterritorial de medidas unilaterales en Cuba son contrarias al Derecho internacional, estamos determinados a trabajar juntos para proteger los intereses de nuestras compañías», han anunciado en una declaración común la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini; la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström; y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.

En este sentido, aclara la nota, la respuesta de la UE y Canadá se enmarcará en el contexto de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero también supondrá «prohibir la aplicación o reconocimiento en la UE y Canadá de sentencias extranjeras basadas en el Título III».

De este modo se refieren a la disposición de la ley estadounidense de Helms-Burton de 1996 que contempla sanciones para los países que mantienen relaciones económicas y comerciales con Cuba.

En virtud de un acuerdo de 1998, Washington se comprometió a derogar el Título III de la norma para evitar que empresas o particulares en EEUU pudieran denunciar en los tribunales de su país a la Unión Europea o empresas europeas que operen en la isla caribeña.

La última prórroga de las derogaciones fue aprobada el pasado abril por las autoridades estadounidenses y caducará el próximo 1 de mayo, a pesar de que tradicionalmente los aplazamientos han sido por periodos mayores, de seis meses.

Horas antes de que se formalizara la decisión de Washington, la Unión Europea ha informado de que había advertido a la Administración de Donald Trump de su «firme oposición» a la medida y de que estaba «preparada para proteger» los intereses europeos en sus relaciones con Cuba.