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Gernika conmemora el aniversario del bombardeo con un recuerdo para los refugiados

La villa de Gernika ha vuelto a pedir que se ayude a los refugiados que huyen de las guerras, durante la conmemoración del 82 aniversario del bombardeo que devastó esta localidad.

Los galardonados, junto al alcalde de Gernika, José María Gorroño. (Aritz LOIOLA/FOKU)
Los galardonados, junto al alcalde de Gernika, José María Gorroño. (Aritz LOIOLA/FOKU)

El Lizeo Antzokia de la localidad vizcaina ha acogido este viernes el acto de entrega de los XV Premios Gernika por la Paz y la Reconciliación. Estos galardones han sido concedidos al comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, y a tres historiadores: el hispanista Paul Preston, el catedrático Ángel Viñas y el director del centro de estudios vascos de la universidad estadounidense de Nevada, Xabier Irujo.

Aunque Stylianides no ha podido recoger personalmente el galardón, ha agradecido a través de un vídeo el premio «con gran honor y humildad», y ha dicho que ha sido otorgado desde una ciudad que se ha convertido en un «símbolo universal de paz y reconciliación».

Tras abogar por «no repetir los errores del pasado» y «unir voces» para oponerse a las guerras, ha dedicado este premio a quienes trabajan sobre el terreno para «salvar vidas», a costa incluso de poner en riesgo las suyas.

«Estoy realmente orgulloso de que nuestra Unión Europea lidere la ayuda humanitaria en el mundo. Pese a los desafíos, mi compromiso es continuar con este camino de ayudar a los más vulnerables y promover paz y reconciliación}, ha afirmado.

Por su parte, el portavoz de la Comisión Europea en el Estado español, Lucas González-Ojeda, que ha recogido el galardón en nombre del comisario europeo, ha subrayado también el «compromiso inequívoco de la Unión Europea como primer donante de ayuda humanitaria» en el mundo.

El alcalde de Gernika, José María Gorroño, que ha solicitado a los asistentes un minuto de silencio en memoria de los refugiados muertos en sus traslados a otros países, ha pedido a la Unión Europea que refuerce su ayuda a quienes escapan para huir de las guerras o las desigualdades socioeconómicas.

El primer edil ha dicho que su municipio, símbolo de la destrucción y la barbarie y también de la paz y la reconciliación, ha hecho también un llamamiento para que «cesen los conflictos, porque la paz, aunque sea imperfecta, es preferible a la continuación de las guerras».

Por su parte, el catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid Ángel Viñas ha explicado que, ya en 1977, expuso en una mesa de historiadores en Gernika algunas de sus investigaciones sobre las responsabilidades del bombardeo, dentro de una «batalla» para restablecer la verdad sobre este suceso.

Por la mañana, ha sido abierto al público en Gernika uno de los dos refugios que empresas de este municipio utilizaron durante la Guerra del 36 para acoger a sus trabajadores.

La conservación del refugio de la empresa Talleres de Gernika, de 22 metros de largo y 5 de ancho, forma parte del «compromiso» de las instituciones vascas de mantener viva la memoria histórica, según ha explicado la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Aintzane Ezenarro.

Además de los refugios habilitados por compañías de Gernika, durante la guerra el Ayuntamiento encargó la construcción de otra decena, destinados a proteger de las bombas a la población, de los que dos permanecen abiertos al público.

La sirena que hace 82 años anunció la llegada de los bombarderos de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Italiana volverá a sonar por la tarde, cuando también se ofrecerá un responso y una ofrenda floral en el cementerio en recuerdo de las víctimas de esta tragedia.

Por otra parte, el Museo de la Paz de Gernika ha abierto las nuevas salas de una exposición permanente dedicada a mostrar los testimonios audiovisuales de las personas que vivieron el bombardeo.