La fiscal superior adjunta Eva-Marie Persson, que activará la orden de arresto europea, ha aludido al cambio en las circunstancias personales de Assange después de que Ecuador le retirara el asilo, y a la solidez de las sospechas contra el periodista australiano.

Assange está detenido en una prisión de máxima seguridad en Gran Bretaña, a la espera de que se resuelva una petición de extradición a Estados Unidos, donde la justicia lo reclama por las filtraciones de documentos secretos hechas por su portal.

«Dado que abandonó la embajada, las circunstancias han cambiado y estimo que se dan las condiciones para seguir con el caso», ha manifestado en rueda de prensa Persson.

Verosimilitud

Ha recordado que la investigación no fue suspendida por falta de pruebas, sino por la imposibilidad de que progresase, y ha resaltado que los tribunales suecos han concluido en varias ocasiones que las sospechas contra él tienen el mayor grado de verosimilitud.

La fiscal ha informado de que va a presentar una solicitud de arresto en ausencia contra el periodista en el juzgado de Uppsala y que enviará una orden de arresto europea.

«No es posible predecir el resultado del proceso, pero considero que una investigación preliminar puede realizarse de forma paralela al caso en el Reino Unido», ha señalado Persson, que cree necesario un nuevo interrogatorio y se ha mostrado dispuesta a hacerlo por videoconferencia.

Londres decidirá

Persson ha recordado que compete a las autoridades británicas determinar qué petición tiene prioridad, la orden de arresto europea o la solicitud de extradición a Estados Unidos.

El proceso se ha reactivado al pedir la abogada de la denunciante la reapertura del caso cuando Assange fue detenido por agentes británicos el mes pasado en la embajada ecuatoriana.

Quito le retiró el asilo aduciendo que Assange había vulnerado reiteradamente «convenciones internacionales y el protocolo de convivencia» en la misión diplomática.