Mikel Zubimendi
DONOSTIA

Sare refuerza su afán por un país en paz, justo, sin presos ni refugiados

En un acto austero, que ha congregado desde exlehendakaris hasta sindicalistas, viejas glorias del fútbol vasco hasta representantes de las letras y las artes escénicas, a la familia política jelkide y a la de la izquierda abertzale, a veteranos y a jóvenes, y a multitud de expresos que cargan sobre sus espaldas cientos, miles de años de cárcel, la red ciudadana Sare ha celebrado su quinto aniversario marcando los objetivos próximos y ejes básicos de su acción.

Sare ha celebrado su quinto aniversario marcando los objetivos próximos y ejes básicos de su acción. (Jon URBE / FOKU)
Sare ha celebrado su quinto aniversario marcando los objetivos próximos y ejes básicos de su acción. (Jon URBE / FOKU)

La propia asistencia ha dado fe de uno de los logros más remarcables de Sare durante sus cinco años de andadura. A saber, que cada día son más y más plurales los sectores implicados en la «construcción de una sociedad basada en la paz, la justicia y la convivencia, sin más víctimas, sin presos y presas vascas, sin refugiados», objetivo de Sare para un nuevo ciclo. Un aniversario al que, en palabras de Joseba Azkarraga, les gustaría dar fecha de caducidad, «como el yoghurt», porque la desaparición de Sare sería la mejor muestra de haber alcanzado ese anhelo.

Los miembros de Sare, Arantza Aldeazabal e Inaxio Oiarzabal, han remarcado en su intervención que es «tiempo de desatar nudos, de avanzar y de construir desde el respeto y la empatía la sociedad que tanto anhelamos» y han recordado los objetivos que se marcó Sare hace un lustro.

En ese sentido, han hablado de «la contribución a una cultura colectiva mediante un ejercicio multilateral de memorias» y han incidido en que «habrá relatos en plural que no pueden serlo de trincheras, sino en campo abierto y para una sociedad como un todo, que necesita versiones serias de lo ocurrido desde hace más de 80 años».

Así mismo, han subrayado que «las personas presas son sujetos de derechos y participantes del proceso de normalización y reconciliación» y han defendido el establecimiento de una «política pública de reintegración social mediante excarcelación de los presos enfermos, de quienes tienen edad avanzada». Para ello, han estimado imprescindible «la revisión de los procesos en los que se aplicó una legislación excepcional, que debería derogarse, y volver a progresiones de grado, al otorgamiento de permisos y redenciones» y el establecimiento de garantías para la vuelta a casa de los refugiados.

En ese sentido han recordado su apuesta por la devolución a Juzgados de Vigilancia Penitenciaria naturales de las competencias otorgadas al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, y por la transferencia a la CAV y a la CFN de las competencias de prisiones señaladas en el Estatuto de Gernika y el Amejoramiento del Fuero.

Todo ello, desde la cooperación y la activación social como «garantía de logro y cumplimiento de los objetivos».

A Joseba Azkarraga y Oihana Mujika les ha correspondido desgranar los retos inmediatos a los que Sare pretende hincar el diente. Han anunciado dinámicas en una doble dirección: «acabar, de una vez por todas, con las medidas y legislación de excepción», y en segundo lugar, y no por ello «de menos importancia», «trabajar por la convivencia, creando nuevos espacios entre diferentes, escuchando y recogiendo nuevas voces, con una base sólida de reconocimiento, respeto y empatía».

Y para poder avanzar en esas dos líneas de trabajo, se han comprometido a «seguir trabajando en el ámbito institucional» y dar un paso más «trasladando estas reivindicaciones a instancias con capacidad de legislar y poner fin a situaciones injustas como el Parlamento español y el europeo». Han considerado que «las mayorías progresistas que fortalecieron las elecciones del 28 de abril ofrecen posibilidades» y han anunciado que incidirán en el trabajo a nivel estatal, reforzando alianzas y dibujando nuevas relaciones. Tomarán como propia «con sus diferencias» el ejemplo de los Artesanos de la Paz de Ipar Euskal Herria y, como siempre, seguirán profundizando en la activación social.