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Berlín

La Fiscalía de Berlín abre una investigación ante nuevas amenazas de muerte a políticos

La Fiscalía y la Oficina de Investigación Criminal de Berlín han iniciado investigaciones en todo el territorio alemán por las amenazas por correo electrónico dirigidas a instituciones y políticos. Dos alcaldes partidarios de acoger a refugiados han recibido amenazas de muerte.

La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker. (Michael GOTTSCHALK /AFP)
La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker. (Michael GOTTSCHALK /AFP)

Tras el ataque mortal contra el jefe del Gobierno regional de Kassel, Walter Lübcke, otros políticos han recibido amenazas de muerte, entre ellos la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, y el alcalde de Altena, Andreas Hollstein, quienes en el pasado ya sufrieron ataques con cuchillo con motivaciones ultraderechistas. Los mensajes actuales están fechados el 19 de junio.

El ministro de Exteriores, Heiko Maas, ha pedido este jueves un mayor apoyo en ciudades y localidades para políticos que han sido objeto de amenazas tras la muerte de Lübcke.

«Las amenazas de asesinato contra políticos municipales son intentos infames de intimidación», ha denunciado Maas en declaraciones a DPA. «Cuanto más desagradable el acoso, con más decisión debemos respaldar a todos aquellos que se encuentran» en esta situación, ha subrayado.

«Necesitan nuestro respeto y nuestro apoyo siempre, pero en estos días muy especialmente», ha subrayado el ministro.

Lübcke, jefe del gobierno local de Kassel y miembro del partido cristianodemócrata de la canciller Angela Merkel, murió a principios de junio de un disparo en la cabeza. El político fue hallado en la terraza y los investigadores llegaron a la conclusión de que fue disparado a corta distancia.

Hay un detenido por estos hechos. La Policía estima que actuó motivado por ideas de extrema derecha.

Lübcke defendió claramente la decisión de Merkel de abrir las fronteras a los solicitantes de asilo en 2015. En octubre de ese año, invitó a los alemanes que no compartían sus valores a que se fueran del país, lo que había provocó una ola de críticas y amenazas de muerte por parte de la extrema derecha.