Ramón Sola

Sánchez hace de Rajoy; tampoco habrá reuniones la semana que viene

El anterior presidente español, Mariano Rajoy, se ganó el apodo de Tancredo por su afición a dejar pendientes los problemas, a veces a riesgo de pudrirlos. Pedro Sánchez fracasó en la investidura de julio por negociar «in extremis» y ahora vuelve a dejar todo para el final.

Sánchez besa a Batet, presidenta del Congreso. (J. DANAE | FOKU)
Sánchez besa a Batet, presidenta del Congreso. (J. DANAE | FOKU)

La portavoz del Gobierno español, Isabel Celaá, ha anunciado hoy que la próxima semana Pedro Sánchez tampoco se reunirá con los partidos políticos para abordar un eventual segundo intento de investidura en setiembre.

La otra alternativa es adelantar las elecciones a noviembre (si no hay investidura para el 23 de setiembre), algo que cobra cada vez más visos dada la falta de avances con Podemos y otras formaciones, por no hablar de la sentencia del «procés» que podría caer en setiembre complicando la posición de las fuerzas catalanas.

A principios de agosto se apuntó que su hoja de ruta pasaba por volver a intentar un acuerdo con Unidas Podemos que pudiera tener luz verde de otras fuerzas nacionalistas y de izquierdas. Se aseguró en este contexto que habría una reunión con el PNV esta semana que termina, e incluso se especuló con que pudiera ser en Sabin Etxea en plena Aste Nagusia. No ha ocurrido y tampoco será la próxima semana. Luego llega setiembre.

«Ese es el tiempo que marca el presidente y el presidente el que marca los tiempos», ha dicho hoy tajante Celaá, que de nuevo ha vuelto a apelar «a todos» para que faciliten la investidura de Sánchez sin compromiso alguno. El presidente en funciones juega así con la convocatoria a las urnas como una espada de Damocles, especialmente sobre Podemos, que replica que es «un trágala inaceptable».

La relación entre los dos partidos se ha probado gélida en esta última semana, con un nuevo emplazamiento de Pablo Iglesias a un gobierno de coalición descartado rápidamente y de modo abrupto por el PSOE.

De momento, Sánchez solo piensa realizar contactos con organismos sociales, siguiendo con la iniciativa que puso a rodar ya hace varias semanas y con la que también parece querer articular un círculo de presión sobre Unidas Podemos.