La operación, denominada «Podadera-Estampida», se enmarca dentro de las actuaciones e inspecciones que la Guardia Civil lleva a cabo para evitar que se produzcan situaciones de explotación laboral, intentando localizar además a posibles víctimas de trata de seres humanos.
Durante las inspecciones realizadas en el primer semestre en las zonas donde se llevan a cabo el cultivo y recolección de productos agrícolas de Nafarroa se han detectado varias irregularidades. Concretamente, durante dos inspecciones realizadas en la zona de Erribera, se localizaron en dos explotaciones catorce personas (cuatro y diez respectivamente) de nacionalidad marroquí, de los cuales seis no estaban dados de alta en la Seguridad Social y los otros ocho se encontraban en situación irregular.
Como consecuencia de ello, los titulares de las explotaciones han sido imputados en calidad de investigados por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.