La crisis política italiana va a resolverse con un nuevo gobierno en el que seguirá el M5S, pero esta vez teniendo como socio al PD de centro-izquierda en vez de a la Liga del ultra Salvini. Los movimientos se han acelerado hoy miércoles y a última hora Mattarella ha llamado a Conte para que vuelva a ser presidente de Gobierno.

El paso clave lo ha dado el Partido Demócrata a primera hora de la tarde. «Amamos a Italia y creemos que vale la pena intentar esta experiencia», ha explicado su líder, Nicola Zingaretti, desde la sede de la Presidencia, donde Mattarella concluía la segunda ronda de contactos para tratar de dilucidar si es necesario convocar nuevas elecciones parlamentarias.

El fantasma electoral se alejaba por tanto con un acuerdo entre el M5S y el PD. Zingaretti ha confirmado a Mattarella que aceptan que Conte siga siendo el primer ministro y que los dos partidos han pactado una línea común en términos políticos. El M5S lo ha confirmado posteriormente.

El PD se opuso en un principio a la continuidad de Conte, pero finalmente ha aceptado y ha trasladado sus principales suspicacias al puesto que ocuparía el líder del M5S, Luigi Di Maio, en el nuevo Ejecutivo. La formación de Zingaretti ha cuestionado que Di Maio siga siendo viceprimer ministro, por entender que el 'número dos' del Gobierno correspondería a alguien del PD.

Fuentes del M5S han asegurado que la decisión, en cualquier caso, recaerá en Conte, a quien compete decidir quién forma parte de su gabinete y en qué puesto. Entre las opciones que están sobre la mesa figura eliminar el cargo de viceprimer ministro o nombrar a varias personas al mismo nivel.

Si finalmente se materializa este nuevo Gobierno, quedaría fuera la Liga de Salvini, que fue precisamente quien desencadenó la crisis al plantear una moción de censura contra Conte. El polémico primer ministro tampoco habrá logrado forzar elecciones.