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La muerte no aclarada de una joven impulsa un «me too» palestino

No es habitual ver a mujeres y jóvenes palestinas protestar contra la Autoridad Palestina (ANP) para exigir medias contra la violencia machista. Pero la muerte no aclarada de la Israa Ghrayeb ha provocado una reacción social y una ola de movilizaciones, todavía moderadas, que reclaman leyes que protejan a las mujeres y castigos frente la violencia de género.

Mujeres palestinas protestan frente a la oficina del primer ministro en Ramallah. (Abbas MOMANI / AFP)
Mujeres palestinas protestan frente a la oficina del primer ministro en Ramallah. (Abbas MOMANI / AFP)

La muerte rodeada de circunstancias violentas de una joven palestina de 21 años en agosto pasado en Beit Sahour, cerca de Belén, tras difundir un vídeo junto a su novio, ha generado una oleada de protestas, sobre todo entre jóvenes y mujeres, que exigen a las autoridades una respuesta contundente a la violencia machista.

El pasado 22 de agosto Israa Ghrayeb murió en un caso aún repleto de incógnitas, y aunque no se ha confirmado que sea un homicidio y la investigación policial sigue abierta, se ha extendido la rabia en las redes porque muchos creen que sus familiares la mataron en un nuevo caso de lo que, todavía en demasiados lugares, se denomina «crimen de honor».

Las protestas, registradas estos últimos días en Beit Sahour, Ramallah y Jerusalén Este, han sido moderadas, con decenas o pocos cientos de personas, pero ver a mujeres y jóvenes protestando contra la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por la violencia machista no es nada habitual.

Amal Jayat, activista proderechos humanos, señala a Efe que muchas están dispuestas a seguir saliendo a la calle el tiempo que sea necesario para combatir la «epidemia de sexismo, acoso sexual, intimidación, abusos y agresiones» contra las mujeres que, asegura, «se considera la norma» en la sociedad palestina.

La también activista Asala Abujdeir reivindica que el Gobierno palestino debe aprobar «una nueva ley de protección familiar y de estatus personal», para lo que «se necesita voluntad política y unificar las leyes nacionales con los acuerdos internacionales que impiden la discriminación contra la mujer».

Palestina no es ajena a los denominados «crímenes de honor», generalmente perpetrados por varones para vengar lo que consideran una afrenta al honor y moral de su familia.

18 mujeres y niñas en 2019

En lo que va de 2019 han muerto en circunstancias no aclaradas 18 mujeres y niñas, según medios locales. Según cifras de la ONG palestina Centro de Ayuda Legal y Asesoramiento a las Mujeres, las fallecidas por violencia machista fueron 23 en 2018 y 2016, y 28 en 2017.

El caso de Ghrayeb es una gota más que al parecer ha colmado el vaso. Ha generado una reacción social contra esta violencia, pero también contra el escaso castigo social y judicial que tiene.

El Código Penal palestino permite reducir drásticamente las penas de «asesinato» si se dan «circunstancias atenuantes», argumento que a menudo se utiliza en estos casos.

Los activistas reclaman una investigación seria y pública de este último caso para que no sea una nueva muerte que quede impune.

Ghrayeb, maquilladora profesional, murió poco después de ser dada de alta de un hospital donde estuvo por una lesión en la columna. Falleció pocos días después en su casa. Sus parientes aseguran que se hirió al caer accidentalmente al patio del domicilio familiar y murió finalmente por un infarto.

Sin embargo, en las redes se difundió una grabación en la que se escucha una voz que se atribuye a la chica gritando y pidiendo ayuda, mientras supuestamente está siendo agredida en el hospital, lo que ha dado valor a la teoría de que fue atacada por sus familiares.

Todo esto habría ocurrido después de que difundiese un vídeo donde aparecía junto a su novio, con quien, según las normas sociales, no le estaría permitido verse hasta que se formalice el compromiso.

La bola crece

En las últimas semanas, se ha popularizado la protesta online con las etiquetas #JusticeforIsraa (Justicia para Israa) o #WeareallIsraaGhrayeb (Todas somos Israa Ghrayeb).

Las autoridades palestinas se han visto obligadas a reaccionar, y el primer ministro, Mohammad Shtayyeh, ha reconocido esta semana en Facebook que se debe «fortalecer el sistema de legislación que protege a las mujeres».

También ha informado de que la investigación avanza «significativamente», tras varios arrestos y decenas de interrogatorios.

Pero la bola de la protesta ya está rodando. Jayat denuncia que «las leyes no están actualizadas, no protegen a las mujeres» y «no imponen un castigo suficientemente severo a los asesinos».

«Nuestro movimiento de protesta no es solo por Israa, sino por cada mujer palestina asesinada», remarca, y advierte de que «la sangre de las mujeres no saldrá barata».