Natxo MATXIN

Osasuna continúa invicto tras empatar en Valladolid (1-1)

La escuadra navarra ha dispuesto de un gran número de ocasiones para derrotar a un rival directo en la lucha por la permanencia.

Chimy Ávila dio la asistencia del gol rojillo y fue el mejor de su equipo. (LOF)
Chimy Ávila dio la asistencia del gol rojillo y fue el mejor de su equipo. (LOF)

Escaso premio el que se trae Osasuna de Pucela, después de demostrar que es un conjunto rocoso –el contrario solo pudo marcarle de falta– y que sabe jugar al fútbol, pues ha llegado en un número elevado de ocasiones a la meta rival. Solo ha faltado un poco más de tino en la puntería, pero hay que valorar que el equipo sigue imbatido.

Poco habitual en él, el técnico rojillo, Jagoba Arrasate ha repetido el mismo once que tan buen rendimiento le dio ante el Barcelona, pero los suyos han saltado un tanto dormidos al césped del remozado Zorrilla. Al menos durante los primeros diez minutos, en los que han cedido demasiados metros a los anfitriones y permitido que estos entrasen por las alas con relativa facilidad.

No se ha traducido ello en excesivo peligro, a excepción de un zapatazo muy elevado de Enes Ünal, y la inercia se ha ido invirtiendo a partir de ese momento. Osasuna se ha sacudido el dominio y ha llegado con tanto peligro a la meta de Masip que ha acabado perdonando el irse con ventaja al descanso.

Hasta dos veces el poste ha repelido sendos centros de Roberto Torres, en el primero con un Brandon que ha estado en un tris de llegar al cuero. Precisamente el delantero mallorquín ha sido protagonista en otro lance en el que todo lo bien que lo ha hecho para controlar la pelota lo ha errado a la hora de disparar a portería.

No han acabado aquí los acercamientos rojillos. La movilidad del Chimy Ávila y las buenas triangulaciones entre Fran Mérida, Rubén García y Roberto Torres, a la par que las subidas por banda de Estupiñán –el ecuatoriano se mueve mejor hacia arriba que cubriendo su zona–, han desarbolado a un Valladolid que hacía aguas en defensa.

Para acabar el primer periodo, otra gran contra navarra con incorporación del sudamericano ha roto las líneas blanquivioletas, llegando Roberto Torres desde la segunda línea, pero encontrándose con el cuerpo de Masip para después Ávila desaprovechar el rechazo, mandando el balón fuera cuando varios zagueros locales trataban de cubrir los tres palos.

Han apretado las clavijas los locales tras el paso por vestuarios, pero su acoso no ha dado frutos hasta que Sergio González ha decidido mover sus piezas, entre ellas el exrojillo Hervías, que ha inaugurado el marcador con una falta al borde del área en la que Rubén Martínez pudo hacer bastante más.

Han buscado reaccionar los rojillos, sobre todo por mediación de un Chimy Ávila que estuvo demasiado individualista en algún que otro acercamiento, aunque suyo fue el latigazo raso que en el minuto 67 no estuvo muy alejado de la madera pucelana y más tarde dispondría de un par de oportunidades todavía mejores para lograr el triunfo.

Tras un tramo en el que el Valladolid buscó adormecer el choque, fue el argentino el que, con su fe y velocidad, dio la asistencia para que un recién entrado en el verde Rober Ibáñez empujase a las redes. A partir de ahí, Osasuna ha estado más cerca del 1-2 que su rival de volver a ponerse por delante.

Un paradón de Masip en un mano a mano con Ávila ha evitado la victoria rojilla y, a renglón seguido, el Chimy ha vuelto a tener los tres puntos en un cabezazo a la salida del corner. Los pupilos de Arrasate siguen sumando e invictos, ofreciendo una muy buena imagen, que ha merecido más recompensa.