Jaime IGLESIAS
MADRID
Entrevista
Helena Taberna
Directora de cine

«Más que hacer cine de denuncia me interesa desvelar emociones»

Nacida en Altsasu, lleva dedicándose al cine profesionalmente desde 1994 ya sea dirigiendo largometrajes de ficción como ‘Yoyes’ o ‘La buena nueva’ o documentales como ‘Extranjeras’, ‘Nagore’ o ‘Varados’, que este año inaugura Zinemira.

La directora Helena Taberna llega a Donostia con ‘Varados’. (Diego Rodríguez Blázquez I RIVER)
La directora Helena Taberna llega a Donostia con ‘Varados’. (Diego Rodríguez Blázquez I RIVER)

En ‘Varados’, Helena Taberna confiere visibilidad a los refugiados de larga duración que apuran sus días en diversos centros de Grecia sin poder definir su propio proyecto de vida. A pesar de retratar una realidad dramática, la cineasta navarra apuesta por un punto de vista luminoso a la hora de abordar el día a día de estas personas confiando en establecer una comunicación basada en las emociones.

Viendo ‘Varados’ uno tiene la sensación de que su intención no era tanto dar voz a los refugiados como conferirles visibilidad. ¿Fue eso lo que la condujo a ese tono entre abstracto y evocador que tiene su película?
Cuando me planteé rodar esta película lo hice impelida por el deseo de mostrar cómo viven los refugiados de larga duración, eso me permitía acercarme a la cara menos conocida y también menos efectista de este fenómeno y distanciarme de la representación que los medios de comunicación suelen llevar a cabo de la figura del refugiado. Esta gente vive una situación peor que si estuvieran en la cárcel pues no tienen clara cuál es su condena ni cuanto tiempo van a permanecer en estos centros de internamiento. Sobre esta base quise saber cómo es el día a día de las personas que están en esa situación y fue ese ritmo el que marcó el tempo de la narración. Yo quería que la película tuviera respiración porque era la única manera de lograr un espacio de reflexión que es justo aquello de lo que adolecen los periodistas cuando, llevados por la urgencia informativa, se aproximan a estas realidades.
 
De hecho, esa visión periodística es la que prima en la mayor parte de los documentales que se han venido haciendo sobre el tema de los refugiados.
Sí, pero a mí más que hacer un cine de denuncia lo que me interesa, ya sea haciendo documentales o ficciones, es desvelar las emociones que hay en los personajes porque la emoción es la que conduce a la reflexión. Por eso, aunque sea un documental, “Varados” está estructurado como si se tratase de una ficción con personajes protagonistas y secundarios, y, sobre todo, evitando en todo momento un enfoque paternalista o condescendiente para el relato. Mi idea era devolver dignidad a estas personas, que fueran ellos los que tuvieran la capacidad de mostrarse, de contarse a sí mismos.
 
¿Cómo logró la complicidad de los refugiados que aparecen en la película para que se implicasen en el proyecto?
A mí hay una frase de Agnès Varda que siempre me ha resultado muy inspiradora. Ella decía que los directores de ficción deberíamos, en algún momento, transitar por el cine documental porque es un género que enseña humildad. Y es cierto, la verdadera humildad es el único lugar desde el que puedes acceder al interior de otros seres humanos y cuando estos te franquean el acceso a ellos, ahí siempre pasan cosas. Con esto quiero decir que fue muy sencillo establecer una comunicación con estos refugiados sobre la base del poder transformador que tiene el cine en particular y la cultura en general. La cultura genera afinidades y acerca a las personas.