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La final de la Copa de Palestina está en peligro por el veto de Israel

Los tribunales israelíes han denegado el permiso para viajar a Cisjordania al equipo Khadamat Rafah, campeón de Gaza que debe jugar el partido de vuelta en el campo del Shabab Balata, campeón cisjordano.

Un once del Khadamat Rafah, que no puede viajar a Cisjordania (GISHA)
Un once del Khadamat Rafah, que no puede viajar a Cisjordania (GISHA)

La disputa de la final de la Copa de Palestina está en peligro por la decisión de los tribunales israelíes de desestimar las peticiones para viajar a la Cisjordania ocupada del Khadamat Rafah de Gaza, que debe enfrentarse al Shabab Balata cisjordano por el título de esa competición.

La decisión, tomada por el Tribunal de Distrito de Jerusalén, rechaza las solicitudes de los miembros del club gazatí, denuncia la ONG israelí de defensa de la libertad de movimiento Gisha, que la semana pasada presentó una petición ante esa misma corte pidiendo que los 22 jugadores y los 13 miembros de su equipo técnico pudieran viajar.

Según Gisha, la corte aprobó las recomendaciones de la Agencia de Seguridad de Israel (ISA) y de la Oficina de Coordinación de los Territorios (COGAT), la unidad militar israelí que coordina y administra asuntos civiles y militares en Cisjordania y Gaza, que defendieron denegar los permisos al considerar que parte de los deportistas suponía una amenaza para la seguridad israelí.

«Durante más de dos meses, Israel ha impedido que el Khadamat Rafah viaje a Cisjordania para un partido final de vuelta» con su contrincante, denuncia la entidad, que califica de «dudosa» la alegación israelí de que sus integrantes suponen una amenaza.

En esta situación, la vicepresidenta de la Asociación Palestina de Fútbol, Susan Shalabi, ha explicado a la Agencia EFE que la final por ahora no se podrá disputar, y la misma organización llevará el caso a instancias internacionales y lo denunciará ante la FIFA.

El veto israelí «amenaza seriamente nuestros derechos de organizar nuestras propias competiciones» y «marca un precedente peligroso», ha añadido Shalabi, que lamenta que la final ya se tuvo que posponer anteriormente dos veces.

La copa de fútbol palestina se juega separadamente en Cisjordania y Gaza. Este último territorio se encuentra bajo bloqueo israelí desde 2007, cuando Hamás llegó al poder. Al finalizar la competición, los equipos ganadores en territorio cisjordano y gazatí deben jugar un partido de ida y vuelta en ambos lugares para determinar el ganador definitivo del torneo.

A finales de junio, el Balata pudo entrar en Gaza para jugar el encuentro de ida. El partido de vuelta en Cisjordania estaba programado para el pasado 4 de agosto, pero desde entonces se ha tenido que posponer.