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Correa insiste en pedir elecciones anticipadas para salir de la crisis en Ecuador y no descarta presentarse

El expresidente de Ecuador Rafael Correa ha insistido en su petición de elecciones anticipadas para dar salida a la crisis en el país y no descarta presentarse «si es necesario», aunque cree que el Gobierno de Lenín Moreno lo impedirá.

Rafael Correa, durante la rueda de prensa ofrecida hoy en el Parlamento Europeo. (Kenzo TRIBOUILLARD / AFP)
Rafael Correa, durante la rueda de prensa ofrecida hoy en el Parlamento Europeo. (Kenzo TRIBOUILLARD / AFP)

«Si es necesario que sea candidato, lo seré», ha asegurado Rafael Correa en Bruselas, pese a que cree que no el Gobierno no le dejará concurrir a esos eventuales comicios.

Ha precisado, además, que «a mí me inhabilitaron entre comillas para ser presidente (…) pero de vicepresidente para abajo, yo no tengo ningún problema para participar». Se ha referido así a la consulta promovida en 2018 por su sucesor, Lenín Moreno, sobre una reforma de los mandatos presidenciales, que impide a Correa optar a un cuarto.

En una rueda de prensa en el Parlamento Europeo, al que ha sido invitado por Izquierda Unida, ha manifestado que el actual Gobierno intentará «impedir [su] participación». «¿Qué se inventarán? Ah, es que tiene orden de prisión», ha afirmado Correa, contra quien un tribunal ecuatoriano dictó una orden de detención.

«Que me metan preso, pero que me dejen inscribirme. No, me van a meter preso primero y no me van a dejar inscribirme, como hicieron con Lula», ha dicho en referencia al expresidente de Brasil.

Salida «democrática»

Rafael Correa, que vive en Bélgica, reclamó el martes un adelanto electoral para resolver la crisis social a la que se enfrenta Moreno por el «paquetazo» de recortes impuesto por el Ejecutivo como parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), especialmente en protesta por el alza de los precios del combustible.

La Constitución de Ecuador «establece la anticipación de elecciones en caso de grave conmoción social, que es lo que estamos viviendo, para resolver este conflicto de manera pacífica y democrática», ha indicado Correa, que considera que  Moreno «no quiere» ante una posible derrota.

Durante su comparecencia ha reiterado su petición de comicios anticipados y ha vuelto a negar las acusaciones de Lenín Moreno de que esté detrás de las marchas indígenas y las protestas en contra de medidas como la eliminación del subsidio a los combustibles, y especialmente las informaciones de que había viajado a Venezuela para instigar junto a su presidente, Nicolás Maduro, las movilizaciones. «Esto es de locura, es algo demencial», ha zanjado.

Para Correa, «ellos son los golpistas», mientras que él y los manifestantes «lo que estamos pidiendo es la salida que establece la Constitución, una salida democrática».

Las protestas estallaron hace una semana por el fin de los subsidios y la consecuente alza de hasta 123% en los combustibles más usados, dejando una personas muerta, varios heridos y cientos de detenidos.

«No sé cómo lo pueden solucionar»

Correa ha denunciado la «brutal represión» de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes y ha expresado una tímida «esperanza» sobre la mediación de Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal de Ecuador, si bien ha dudado de la «imparcialidad» de los interlocutores.

«No veo cómo lo pueden solucionar. No creo que si no se derogan las medidas, los indígenas van a regresar a sus comunidades» y «si derogan las medidas, se les cae el acuerdo con el FMI», ha explicado.

En cuanto al papel de la Unión Europea, Correa ha lamentado que la actual crisis ecuatoriana «ni siquiera figure en su agenda» y que toda la atención en Latinoamérica la acapare Venezuela.

Ha criticado esa «doble moral» y ha asegurado que el caso en su país es diferente porque «ocurre con un Gobierno de derechas que persigue a los líderes progresistas».

Esta tarde está prevista en Quito una gran movilización de indígenas y campesinos, que esperan contar con el apoyo de otros sectores de la sociedad, para reclamar la revocación de las medidas impuestas por el Gobierno, una demanda que en las últimas horas se ha ampliado con la petición de dimisión de Lenín Moreno, que lo ha descartado y ha apelado al diálogo.