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El Archivo de Iruñea quiere recuperar la memoria fotográfica familiar de la ciudad

El Archivo de Iruñea pretende recoger la memoria fotográfica doméstica y familiar de la ciudad, «esa parte que falta y que produce la misma ciudadanía». Se pide la cesión de imágenes originales, donde los protagonistas estén identificados y se pueda desarrollar una ficha.

La iniciativa del Archivo de Iruñea, explicada por la archivera Ana Hueso, pretende recabar esa parte de la historia que las instituciones no han recogido hasta ahora, que es un legado fotográfico «más doméstico».

Hueso ha reconocido que tienen bien recogida y etiquetada la «memoria fotográfica más institucional» pero existe «un vacío» en la construcción de la memoria de la ciudad, y es la que surge de los archivos fotográficos familiares.

Además, hay legado fotográfico que «está terminando en los contenedores de basura», porque, ha apuntado, no hay concienciación sobre los relatos que pueden contener esos archivos fotográficos familiares y su interés para la memoria colectiva.

Son, ha explicado, «memorias familiares» de padres y madres, otros familiares y vecinos que han sido capturadas en las calles de la ciudad.

Para ello, piden la cesión al Archivo de Iruñea de fotografías originales, donde los protagonistas estén identificados y se pueda desarrollar una ficha que, «sin necesidad de ser científica», aporte al relato.

La petición de ceder originales y no copias digitales, ha indicado Hueso, responde a querer saber «quiénes aparecen, pero también lo que cuenta el material en el que está realizada la fotografía», que «no tiene a priori importancia, pero puede contar mucho».