Necesitaba Kirolbet Baskonia una victoria así urgentemente. Los pupilos de Velimir Perasovic han avasallado a un flojo Bayern de Múnich que en nada se ha parecido al que superó al Real Madrid el miércoles, en buena medida porque el cuadro gasteiztarra, muy bien liderado por Tornike Shengelia, no se lo ha permitido salvo durante unos pocos minutos del tercer período.

Con un balance de 3-3, y una gran victoria para mejorar el average, los gasteiztarras se atrincheran en la parte media de la tabla de la Euroliga.

¡Por fin! Por fin Kirolbet Baskonia ha sacado lo mejor de sus esencias. El primer cuarto ante el Bayern de Múnich ha sido un auténtico baño por parte de los gasteiztarras, un 29-10 liderado por Tornike Shengelia autor de 13 puntos en los diez primeros minutos.

La escuadra bávara ha pagado muy caro su flojera defensiva, más allá del tremebundo acierto gasteiztarra desde más allá del arco.

Los de Dejan Radonjic, pese a los detalles de calidad de Greg Monroe, apenas si han opuesto resistencia en esos primeros minutos de juego, perdiendo de calle la pelea por el rebote y viéndose muy intimidados ante la presencia de Youssoupha Fall.

Pero si alguien pensara que Kirolbet Baskonia se ha relajado en el segundo asalto, se equivoca. Nik Stauskas y Micheal Eric han disputado sus mejores minutos desde que llegaran a Gasteiz, al tiempo que otros jugadores con más sombras que luces como Vildoza, Polonara o Shields también ha podido lucirse.

Los gasteiztarras quizá han relajado un poco su defensa –o más bien, el Bayern de Múnich ha empezado a meter alguna canasta–, pero tal ha sido su productividad ofensiva, tal su superioridad reboteadora, que no se ha notado ni siquiera un atisbo de reacción alemana que haya podido poner nerviosa a la afición –10.758 espectadores, según cifras oficiales– que se ha reunido en el Buesa Arena y que ha empezado los temidos «idus de noviembre» con una sonrisa en los labios.

Una realidad menos cruda

La renta gasteiztarra se ha disparado hasta una máxima de 26 puntos, 57-31, cuando el movimiento pendular del estado de confianza del Baskonia ha acudido a decir buenas noches.

Traducido como un parcial de 0-12 del Bayern de Múnich que ha puesto cierto tembleque en las rodillas gasteiztarras, obligando a Perasovic a pedir tiempo muerto.

La sombra de la remontada de Unicaja ha planeado durante unos breves instantes el Buesa Arena, pero en esas ha aparecido Tornike Shengelia, de nuevo erigido en líder de los gasteiztarras, para ahuyentar todas las dudas que se hayan podido sembrar.

Los gasteiztarras han apretado para obtener un parcial de 8-0 con el que, después de llegarse al inicio del último cuarto con 66-47, la renta baskonista se ha vuelto a disparar por encima de la veintena.

En esos últimos minutos se ha podido ver a toda la rotación baskonista –hasta Ilimane Diop y Miguel González han salido y han anotado– y jugadores como Janning o Polonara –anteriormente lo ha conseguido Stauskas– también han alcanzado la decena de puntos, en un fin de fiesta por todo lo alto. Un fin de fiesta que ha terminado con un amago de tangana con Greg Monroe, Vildoza, Shengelia, Diop metidos en el ajo, pero sin que la sangre haya llegado al río.

VIERNES: Sergio Rodríguez tumba al Barça

A la sexta, llegó la primera derrota del Barça. Armani Milano ha podido con la escuadra culé, haciéndose con su quinta victoria y llegando al coliderato junto a la escuadra azulgrana y el CSKA de Moscú.

La lesión de Brandon Davies, aunque no parece nada grave, pero sobre todo la explosión de talento de Sergio Rodríguez, han roto la hegemonía de los de Svetislav Pesic. Por otro lado, Fenerbahçe sigue en una gravísima crisis de resultados, al tiempo que Valencia Basket al fin abandona el cero de su casillero de victorias.

ARMANI MILANO 83 - BARCELONA 70

Sergio Rodríguez ha puesto en pie al Mediolanum Forum de Milán con sus 17 puntos y cinco triples, fraguados sobre todo en un final de partido de locura.

El «Chacho» ha liderado un parcial de 17-6 en los dos últimos minutos, sumando varias asistencias para que Vladimir Micov, el otro gran anotador lombardo junto con Scola, para apuntillar a un Barcelona que ha ido de más a menos.

Una lesión, en apariencia no muy grave, de Brandon Davies ha tenido mucho que ver en este bajón culé. Los de Pesic han llegado al descanso con 30-37 en el marcador, pero quizá demasiado dependientes de Brandon Davies, el mismo día en el que ha vuelto Malcom Delaney a la rotación blaugrana –ha sido el prometedor Bolmaro el sacrificado por la entrada de, al fin, un base a la rotación del Barça–.

A golpe de triple, Armani Milano se ha agarrado el partido, siendo Scola el principal sostén anotador lombardo en los peores minutos.

Con el paso de los minutos y en parte porque Mirotic esta vez no ha estado a su mejor nivel, Armani Milano se ha ido metiendo en el partido. No obstante, nada ha estado claro hasta la explosión final de Sergio Rodríguez, porque una racha suya de tres triples y dos asistencias ha cambiado por completo la suerte del choque.

ZENIT SAN PETERSBURGO 70 - CSKA MOSCÚ 87

El CSKA de Moscú no iba a dejarse sorprender dos veces en la misma semana. Los exbaskonistas Mike James y Johannes Voigtmann han liderado a los de Dmitris Itoudis, que tienen que ir acostumbrándose a jugar sin Will Clyburn, después de que este se rompiera el ligamente anterior cruzado de su rodilla hace una semana.

Con Hilliard y Kurbanov ejerciendo de escuderos de lujo, el cuadro moscovita no ha tardado en escaparse, yéndose al descanso con 37-48 en el marcador.

Los de Joan Plaza, de todos modos, no han cejado en su empeño y gracias a un espectacular Gurtavo Ayón –autor de 20 puntops y 8 rebotes– le han metido el miedo en el cuerpo al vigente campeón de la Euroliga.

Pero una vez llegados con 59-61 al inicio del último cuarto, Voigtmann ha vuelto a tomar el toro por los cuernos y el CSKA de Moscú ha roto el partido, por mucho que haya protestado y pataleado Joan Plaza, descalificado por doble técnica.

Rozando el 50% de efectividad en el tiro de tres –16 de 33, 8 de ellos obra de Mike James y Voigtmann–, los de Itoudis han podido cerrar el partido sin mayores sobresaltos.

FENERBAHÇE 76 - ZALGIRIS KAUNAS 79

La crisis de Fenerbahçe es cada vez más profunda, ahora que comparte la última posición con Valencia Basket.

Los de Zeljko Obradovic han vuelto a tirar de Nando De Colo para liderar el partido a partir del segundo cuarto frente a un Zalgiris algo atolondrado de la mano de Lekavicius, castigado por Saras Jasikevicius en la segunda mitad.

Pero ni los 29 tantos de De Colo, ni los buenos minutos de Derrick Williams o Kostas Sloukas han servido para romper la numantina resistencia de la escuadra lituana, que ha sobrevivido a base de impusos, con Zach LeDay y Marius Grigonis erigidos en los «líderes de la resistencia».

Y esa resistencia se ha encontrado con los nervios de un Fenerbahçe al que le ha faltado temple. Pese a adelantarse por 76-69, los de Obradovic no han sabido guardar la calma y se ha encontrado con que los de Jasikevicius han vuelto a remontar, al punto de que Grigonis ha encestado una penetración forzadísima para poner el 76-77 a seis segundos del final.

El tiempo muerto posterior de los otomanos no ha traído nada bueno a Fenerbahçe y Zalgiris, aplicando a rajatabla la famosa táctica del conejo, ha rematado su remontada con dos tiros libres de un Grigonis que nunca falla cuando más calienta el sol.

VALENCIA BASKET 81 - ASVEL VILLEURBANNE 72

A la sexta, ha llegado la primera victoria de Valencia Basket. No sin sufrimiento, porque hasta el descanso Asvel Villeurbanne ha llevado la iniciativa en el marcador.

Antoine Diot, de regreso a La Fonteta, y Livio Jean-Charles, que han sumado 37 puntos entre los dos, han traído de cabeza a los de Jaume Ponsarnau.

La escuadra taronja ha vuelto a tirar de su «gerontocracia» y esta vez ha encontrado respuesta a sus intentos. Bojan Dubljevic se ha ido a los 13 puntos, con una inestimable ayuda de San Emeterio, Quino Colom, más los jévenes Guillem Vives o Maurice Ndour; Valencia Basket ha atinado a mover muy bien el balón, al punto de que ha repartido 21 asistencias.

Asvel Villeurbanne nunca ha tirado la toalla y presionando a toda cancha, ha puesto en muchos problemas a los de Ponsarnau.

Con todo, el técnico catalán ha estado hábil a la hora de poner sobre el parqué a sus tres bases y aunque durante el partido ha errado algunos tiros libres de más, en los segundos finales ha estado con el pulso firme desde los 4,60 metros.

OLYMPIACOS 65 - MACCABI TEL AVIV 90

Después de superar al CSK de Moscú a domicilio, Olympiacos ha regresado a su cruda realidad. El Maccabi, que a la chita callando ya suma un balance de 4-2, se ha paseado en el Pabellón de La Paz y de La Amistad llevándose los cuatro cuartos, con los 19 puntos de Wilbekin y los 19 de Tyler dorsey como principal estilete.

Los de Kestutis Kemzura apenas si han puesto resistencia en la primera mitad, con Brandon Paul y Printezis brillando en el apartado anotador. No obstante, el último cuarto ha sido definitivo, con un parcial de 9-22 con el que el cuadro macabeo ha decicido la suerte del choque.

REAL MADRID 85 - ALBA BERLÍN 71

El Real Madrid ha sufrido, pero ha podido cortar su racha de derrotas en Europa. El 28-14 con el que se ha terminado el primer cuarto auguraba una paliza de los de Laso hacia el cuadro berlinés, pero los de Aíto García Reneses han reaccionado y se han metido de lleno en el partido con un juego coral y que ha hecho mucho daño a base de cargar el rebote ofensivo.

De hecho, durante unos breves instantes del tercer cuarto, los alemanes se han puesto en cabeza, aunque poco les ha durado la alegría.

Por encima de sus 18 pçerdidas y sus malos porcentajes en los triples, los de Pablo Laso han reaccionado rápidamente, haciéndose grandes en la pintura, con Tavares, Randolph y Usman Garuba desequilibrando la balanza desde el interior, y Llull desde el exterior.

JUEVES: Pinchazo de los gallos

La jornada del jueves fue corta pero intensa, con dos derrotas de sendos gallos como el Khimki y Anadolu Efes a manos de Estrella Roja y Panathinaikos, respectivamente, en dos partidos en los que varias de las estrellas estuvieron muy lejos de su mejor nivel.

ESTRELLA ROJA 90 - KHIMKI 78

Cuando Alexei Shved suma una carta de tiro de 3 de 13, mal asunto para los de Kurtinaitis. Lo cierto es que muchos fueron los factores de la derrota rusa en Belgrado, pero sobre todo prevaleció una tensión mucho mayor en la escuadra serbia, que sumó su segundo triunfo en esta Euroliga.

Perperoglou, una de las grandes adquisiciones de Estrella Roja, abrió el camino a golpe de triple y tanto Billy Baron –el hermano pequeño del ex de Gipuzkoa Basket Jimmy Baron– y Borisa Simanic le dieron un relevo perfecto.

Después de alcanzar el descanso con un marcador de 50-41, los «gitanos» de Belgrado se disprararon con un parcial de 30-15, estirando su renta hasta una máxima de 25 puntos en el 83-58, dejando a los de Kurtinaitis, que firmaron un pobre 6 de 26 en triples, el triste consuelo de maquillar el resultado en el último período, con todo resuelto. Solo Shved y Booker lograron alcanzar el doble dígito y se quedaron muy cortos de anotación.

PANATHINAIKOS 86 - ANADOLU EFES 70

Cualquiera diría que Anadolu Efes remontó un mal arranque y llegó a adelantarse 51-54. Los de Ergin Ataman se vieron demasiado dependientes de Shane Larkin, autor de 28 tantos, al tiempo que Vasilije Micic jugaba uno de los peores partidos que se le recuerdan: un 3 de 13 en tiros de campo y 7 pérdidas de balón, por no hablar del 1 de 9 en triples de Krunislav Simon o un Rodrigue Beaubois inédito en anotación y que firmó una valoración de -6.

Esta mala actuación dejó a la escuadra otomana coja frente a un rival mucho más coral, liderado por Tyrese Rice con 18 tantos, pero en el que, Calathes –autor de 10 asistencias aparte de 11 puntos–, Fredette, Papapetrou y Papagiannis alcanzaron la decena de puntos.

Los de Argyris Pedoulakis, que después de este triunfo se afianzan en la mitad de la tabla con un balance de 3-3, dejaron pasar su mal momento del inicio del tercer cuarto y tras el 51-54 respondieron con un parcial de 17-1, una losa demasiado pesada paras Anadolu Efes pese a los denodados esfuerzos de un Larkin que acabó por quedarse demasiado solo.