Mikel ZUBIMENDI

Bougainville, el nacimiento del próximo estado independiente del mundo en el Pacífico Sur

A partir de hoy y durante las próximas dos semanas, los 300.000 habitantes de la isla de Bougainville, situada en el Pacífico Sur, están llamados a las urnas para responder a una pregunta simple: ¿Están de acuerdo con que Bougainville tenga (1) Mayor Autonomia o (2) Independencia?

Ceremocia de reconciliación entre el Ejército Revolucionario de Bougainville y el de Papua Nueva Guinea. (Elizabeth VUVU / AFP)
Ceremocia de reconciliación entre el Ejército Revolucionario de Bougainville y el de Papua Nueva Guinea. (Elizabeth VUVU / AFP)

Del tamaño de Jamaica, la isla de principal de Bougainville recibió su nombre del primer explorador occidental, el francés Louis-Antoine de Bougainville. Aunque geográficamente es parte de las Islas Salomon, el destino de la colonización hizo que fuera parte de la Nueva Guinea alemana, aunque británicos, australianos y, durante un breve periodo durante la II. Guerra Mundial, los japoneses, también la dominaron. Pero desde la independencia de Papua Nueva Guinea (situada a 900 kilómetros de distancia), con quienes los bougainvileses tienen grandes diferencias culturales y étnicas, ha formado parte de un estado contra el que hizo una guerra sangrienta que se cobró más de 20.000 vidas.

Un conflicto íntimamente relacionado con una mina de cobre al aire libre. Una mina gigantesca, propiedad de la compañía australiana del cobre Panguna, que durante 17 años de funcionamiento generó el 44% de las divisas Papua Nueva Guinea, aunque solo un 5% de los beneficios fueron a Bougainville y apenas un 1'5% a los propietarios de tierras locales, que sufrían devastadoras consecuencias medioambientales.

En este contexto, surgió el Ejército Revolucionario de Bougainville (BRA) que hizo innumerables actos de sabotaje contra la mina, incluyendo la destrucción del suministro eléctrico. En 1990 Papua Nueva Guinea decretó el bloqueo total (marítimo, aéreo y de conexión telefónica) sobre Bougainviille, que se alargó durante 7 años y se cobró miles de vidas. En 2001 se firmó un acuerdo de paz entre las partes que contemplaba la celebración de un referéndum de independencia en al plazo de 15 años. Tras varios retrasos, mañana se materializará ese acuerdo.

Aunque necesitará de la aprobación del Legislativo de Papua Nueva Guinea, y no está claro que respete la voluntad de los bougainvileses, lo cierto es que el referéndum tiene un efecto de réplica enorme en la zona. Podría servir de ejemplo a otras islas que, necesitadas de financiación, podrían tocar la puerta de China.