El Ejército francés ha informado de que trece militares franceses murieron el lunes en Mali durante una operación de combate contra yihadistas y después de que, según la versión oficial, dos helicópteros chocaran en medio del combate. El suceso eleva a 38 las bajas mortales francesas desde 2013 y evidencia las dificultades para frenar la ofensiva del yihadismo, que ha trasladado a las puertas del Sáhara su principal frente de batalla. 

El suceso acaeció en Liptako, en la región de Menaka, fronteriza con Níger y Burkina Faso.

Los militares pertenecían a la operación Barkhane, creada en agosto de 2014 como sucesora de la misión Serval, que París lanzó en 2013 para impedir que los grupos yihadistas que se habían hecho fuertes en el norte y el centro tuaregs de Mali (el enclave de Azawad) consiguieran el control de todo el país.

Se trata de uno de los balances de bajas mortales militares más altos sufridos por el Ejército francés desde el atentado de Drakkar en Líbano en 1983, en plena guerra civil en el País de los Cedros, y que se saldó con 58 muertos.

El Estado Mayor del Ejército francés ofreció una versión según la cual comandos de tierra que llevaban días buscando a un grupo de yihadistas en pick-up y en moto fueron reforzados por helicópteros y por una patrulla de Mirage 2000.

«Un helicóptero Cougar coordinaba un operativo para asegurar la extracción inmediata de un elemento en el suelo», asegura el comunicado, que añade que «durante una maniobra para rodear al enemigo, el helicóptero Cougar y un (helicóptero) Tigre entraron en colisión, estrellándose a poca distancia uno de otro. Ninguno de los militares sobrevivió», concluye el escrito del Estado Mayor.

Entre los trece muertos está el hijo del exministro y senador centrista Jean-Marie Bockel. Siete militares pertenecían al V Regimiento de helicópteros de combate de Pau (sudoeste) y otros cuatro al IV Regimiento de cazadores de Gap (sudeste).

Con este suceso se eleva a 38 la cifra de bajas militares mortales francesas en Mali desde el comienzo de la operación Serval.

Una ofensiva imparable

La operación Barkhane, que sucedió a Serval en 2014, incluye un contingente de 4.500 soldados franceses en la región sahelo-sahariana, un territorio tan vasto como Europa, en apoyo a los ejércitos nacionales que combaten a grupos yihadistas alineados con Al Qaeda o con el Estado Islámico.

Pero seis años después del inicio de la intervención militar gala, la ofensiva yihadista persiste en el norte de Mali y se ha propagado tanto al centro del país como a las vecinas Burkina Faso y Níger.

Desde 2012, las ofensivas yihadistas, entrelazadas con violencias intercomunitarias, han dejado un saldo de miles de muertos y cientos de miles de desplazados.

Los ejércitos de los países del Sahel son incapaces de frenar esas ofensivas y sufren emboscadas y asaltos a cuarteles todas las semanas, con un balance de cientos de muertos.

Este mismo mes, el Ejército francés perdió a un soldado en la explosión de una bomba en una carretera, atentado reivindicado por el Estado Islámico del Gran Sahara.