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Acusan formalmente al magnate Yorgen Fenech por idear la muerte de Caruana

La Justicia de Malta ha acusado formalmente al magnate Yorgen Fenech de organizar y financiar como «cómplice» el atentado que costó la vida en 2017 a la periodista Daphne Caruana Galizia, un crimen que mantiene contra las cuerdas al Gobierno laborista, que guarda silencio.

El magnate Yorgen Fenech (c) se dirige al juzgado, el pasado viernes, escoltado por su abogado, Gianluca Caruana Curran (d). (AFP)
El magnate Yorgen Fenech (c) se dirige al juzgado, el pasado viernes, escoltado por su abogado, Gianluca Caruana Curran (d). (AFP)

La jueza Audrey Demicoli ha imputado durante la pasada noche al magnate maltés Yorgen Fenech los cargos de conspiración para cometer un «asesinato» organizado o financiado por él, complicidad en un homicidio y posesión de explosivos en relación al atentado que en octubre de 2017 segó la vida de la periodista Daphne Caruana Galizia, por los que si es hallado culpable podría ser condenado a cadena perpetua.

El empresario, que se ha declarado inocente, se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Corradino y se le han embargado los bienes, informan medios locales.

Malta vive un terremoto político por los últimos avances en la investigación del crimen de la periodista, que investigaba vínculos corruptos entre empresarios y políticos malteses y que murió a los 53 años de edad por la explosión de una bomba colocada en su coche.

Para los investigadores, el «cerebro» de este atentado es Fenech, detenido el 20 de noviembre cuando intentaba abandonar la isla en su yate, y que ha incriminado al jefe de Gabinete del primer ministro, Joseph Muscat, Keith Schembri, arrestado y liberado días atrás.

Además, dos ministros han dimitido por su presunta relación financiera con el magnate acusado: el de Turismo, Konrad Mizzi, y el de Economía, Chris Cardona.

Es por esta supuesta vinculación que los malteses llevan ya ocho días protestando ante las sedes del poder de este pequeño Estado insular miembro de la Unión Europea para reclamar verdad en el caso, denunciar la inmunidad y exigir la dimisión del Gobierno.

Se espera la renuncia de Muscat desde el viernes, pero el primer ministro maltés guarda silencio y planea seguir en el cargo hasta que concluya la investigación, según un comunicado del Ejecutivo.

Los medios locales aseguran que la intención de Muscat es dimitir una vez que el Partido Laborista halle un nuevo líder, algo que podría ocurrir en la convención del 18 de enero.

La cúpula de la formación se ha reunido esta mañana de urgencia para abordar las últimas decisiones de la Justicia y ha expresado su apoyo unánime a Muscat ante las presiones que está recibiendo para que dimita.

Corruptelas de las altas esferas

El caso de Caruana Galizia conmocionó a la sociedad maltesa y europea. En su página de internet, Running Commentary, denunciaba las corruptelas de las altas esferas maltesas y dos nombres que aparecían frecuentemente eran los de Schembri y Mizzi.

El 4 de diciembre de 2017, semanas después su muerte, se detuvo a tres sujetos acusados de ser los ejecutores del mismo: Vincent Muscat y los hermanos Alfred y George Degiorgio, actualmente enjuiciados. Pero faltaba por saber quién ordenó el atentado.

El pasado 19 de octubre fue arrestado, en relación con otro suceso, un taxista que aseguró conocer quién era el cerebro tras la muerte de la periodista y al que se le ofreció el indulto a cambio de información que desentrañara el crimen.

Un día después fue detenido el considerado principal sospechoso, Fenech, uno de los hombres más ricos de la isla. Se cree que pagó 150.000 euros a los ejecutores para que pusieran el explosivo, comprado al parecer a la mafia siciliana Cosa Nostra.

En los últimos días el magnate ha pedido el indulto presidencial, solicitud que ha sido rechazada, y el primer ministro ha denunciado ante la Policía que Fenech le ha extorsionado para obtener ese beneficio.

El caso mantienen en jaque al primer ministro, de 45 años, elegido en 2013 y quien revalidó su cargo en 2017 en unas elecciones anticipadas por el escándalo de los «Papeles de Panamá», que salpicó a su mujer.