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Miles de manifestantes vuelven a protestar en Irak a pesar de la matanza del viernes

Miles de personas han mantenido este sábado la movilización contra el poder en Irak, a pesar de la matanza de al menos 23 personas en la noche del viernes, cuando hombres armados tirotearon a los manifestantes en el centro de Bagdad.

Seguidores del líder chií Moqtada al Sadr, ante su vivienda, atacada de madrugada. Haidar HAMDANI/AFP)
Seguidores del líder chií Moqtada al Sadr, ante su vivienda, atacada de madrugada. Haidar HAMDANI/AFP)

Un ataque armado contra manifestantes  en la capital iraquí, que dejó el viernes 23 muertos según el último recuento de víctimas, no ha impedido que miles de personas vuelvan a las calles este sábado para seguir exigiendo mejores condiciones de vida y la reforma de un sistema político ineficiente y corrupto.

Una fuente del Ministerio de Interior iraquí ha cifrado hoy en 23 los fallecidos en las pasadas horas y en más de 13 los heridos después de que anoche hombres armados abrieran fuego contra los manifestantes en la plaza Al Jalani, en el centro de Bagdad y próxima al epicentro de las protestas, la plaza Tahrir.

Los hombres armados viajaban en vehículos todoterreno y dispararon contra los manifestantes, pero todavía se desconoce su afiliación, aunque activistas han señalado en las redes sociales que podrían pertenecer a grupos o milicias chiíes.

Ataque a la vivienda de Al Sadr.

El temor a una intervención de las milicias que lleve el conflicto social a un enfrentamiento armado se ha visto reforzado por el ataque que ha sufrido ded madrugada la vivienda del clérigo chií Moqtada al Sadr.

Sobre las 3.00, un dron ha disparado un obús de fabricación artesanal que no ha causado víctimas. Al Sadr lidera la primera fuerza política del país, que se ha posicionado con los manifestantes y en contra de la influencia iraní en Irak.

Tras el ataque, docenas de sus partidarios se han concentrado ante la vivida con gritos de «todos somos tus soldados».

El incidente, que tuvo lugar después de días sin violencia en las calles de la capital, ha despertado el miedo de que se produzcan más ataques armados contra los manifestantes, que hasta ahora habían sufrido la represión de las fuerzas de seguridad, que también han empleado fuego real contra ellos.

Sin embargo, los temores no han impedido que un gran número de personas haya regresado hoy a la plaza Al Jalani y a la vecina Tahrir para continuar movilizándose después de más de dos meses de protestas.

Pasividad de las fuerzas de seguridad

Esta madrugada, tropas del Ejército se desplegaron en Al Jalani y en el cercano puente Al Sank, pero se retiraron cuando el número de manifestantes fue en aumento y solicitaron a los uniformados que aseguren las calles colindantes y accesos a la plaza para protegerlos de posibles ataques, según explicó a Efe una fuente de Interior.

Por su parte, el presidente iraquí, Barham Saleh, ha denunciado en un comunicado el «ataque criminal armado de bandas criminales» perpetrado anoche, sin especificar quiénes podrían ser estas bandas.

Asimismo, ha reafirmado «el derecho legítimo de cualquier ciudadano a protestar y manifestarse pacíficamente», sin estar expuesto a «una reacción armada y violenta».

«La responsabilidad de los aparatos de seguridad del Estado, además de proteger a los manifestantes pacíficos y las propiedades públicas y privadas, y preservar la vida de los iraquíes, es perseguir y arrestar a los delincuentes y criminales, y llevarlos ante la justicia», ha insistido el jefe de la República.

Sin embargo, manifestantes han denunciado que las fuerzas de seguridad no intervinieron en el momentro del ataque. «Se encontraban a un kilómetro y no hicieron nada», han asegurado.

Desde el comienzo de las protestas, que empezaron el pasado 1 de octubre y se reavivaron el 25 de ese mes hasta la actualidad, han muerto más de 400 personas y miles han sufrido heridas, sobre todo en Bagdad y en las regiones del sur del país de mayoría chií.