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Perú castiga al fujimorismo y deja un Congreso fragmentado y sin mayorías evidentes

El fujimorismo y sus aliados han sido los grandes perdedores de las elecciones extraordinarias celebradas este domingo en Perú para renovar el Congreso, cuya composición ha quedado atomizada con diez partidos sin hegemonías.

Colas para votar en un colegio electoral en Lima. (CRIS BOURONCLE / AFP)
Colas para votar en un colegio electoral en Lima. (CRIS BOURONCLE / AFP)

Los peruanos han castigado con sus votos a las fuerzas opositoras al Gobierno que controlaban el Congreso con mayoría hasta septiembre, cuando el presidente Martín Vizcarra lo disolvió constitucionalmente por las constantes trabas a sus políticas anticorrupción y tras censurar a dos consejos de ministros.

El partido fujimorista Fuerza Popular, que en las anteriores elecciones de 2016 sacó mayoría absoluta con 73 de 130 congresistas, solo habría logrado esta vez el 7% de los votos, que le valdrían para sacar 12 congresistas, según el escrutinio rápido realizado por la encuestadora Ipsos.

La formación que lidera Keiko Fujimori, investigada por presunto lavado de dinero en la financiación de sus campañas electorales, ha pasado de ser la primera fuerza en votos y escaños de Perú a ser la sexta, con lo que ha perdido el rol de líder de la oposición.

Peor le ha ido todavía al Partido Aprista, del expresidente Alan García, que se ha quedado fuera del Congreso al no alcanzar la valla del 5% de los votos para obtener representación en el Legislativo.

Tras haber actuado como el principal aliado del fujimorismo durante los últimos años, el partido apenas habría aglutinado el 2,8% de las preferencias, también perjudicado por las revelaciones de corrupción que en último término llevaron a García a suicidarse el año pasado.

La ultraderecha, fuera

Tampoco entró al Congreso el partido Solidaridad Nacional (1,4%), donde la ultraderecha peruana se había reagrupado para estas elecciones.

Otro partido que no se ha salvado de este linchamiento electoral ha sido Contigo (1,1%), la formación del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, que ha pasado de ganar las elecciones presidenciales de 2016 a quedarse fuera del Congreso.

El partido con más votos ha sido el centrista Acción Popular, del expresidente Fernando Belaúnde Terry, con el 10,1% de los sufragios, lo que le puede valer para pasar de 5 congresistas a 25 y convertirse en la primera fuerza del Congreso.

Sorpresa evangélica

En casi ninguna quiniela estaba que el evangélico Frente Popular Agrario (Frepap) volvería al Congreso después de más de veinte años, y menos como la segunda fuerza más votada a nivel nacional (8,9%), y la cuarta en el parlamento con 16 legisladores.

El resultado de Frepap, el partido de la Misión Israelita, una corriente evangélica fundada en Perú por Ezequiel Ataucusi, supone un voto de protesta de miles de electores desencantados con la política tradiciona.

Más inesperado fue todavía que Unión Por el Perú haya podido obtener 17 escaños con el 6,9% de los votos con una plancha de candidatos afines al encarcelado Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala y líder del etnocacerismo, un movimiento de carácter indigenista.

En una sorprendente tercera posición en votos (8,2%) aparece en principio Podemos Perú, un partido que se define como de centro izquierda pero que es una incógnita en cuanto a sus políticas y que entra también por primera vez al Congreso.