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Primer bombardeo de EEUU contra los talibanes tras el histórico acuerdo de Doha

EEUU ha bombardeado este miércoles a los talibanes en el sur de Afganistán, en respuesta a los reiterados ataques de los insurgentes contra las fuerzas de seguridad afganas. Se trata del primer ataque estadounidense tras el histórico acuerdo de Doha con el que Washington prevé comenzar la retirada de tropas del país asiático.

Militares afganos en un puesto atacado por los talibanes en Kunduz. (AFP)
Militares afganos en un puesto atacado por los talibanes en Kunduz. (AFP)

El proceso de paz en Afganistán se encuentra más en el aire, después de los ataques de ayer de Estados Unidos contra los talibanes, las acciones de los insurgentes que mataron a decenas de policías y soldados, y la negativa del Gobierno de Kabul al intercambio de prisioneros recogido en el pacto.

Solo unas horas después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, afirmara haber tenido «una muy buena conversación» con el mulá Baradar, principal negociador en el proceso de Doha, y en la que dedujo que los talibanes «quieren poner fin a la violencia», los insurgentes multiplicaron sus ataques contra las fuerzas afganas, a las que no consideran dentro del acuerdo para reducir la violencia pactado con Washington

En los ataques mataron al menos a diez soldados y cuatro policías en tres puestos militares en la provincia de Kunduz y a otros seis policías en Tarinkot. El Ministerio del Interior contabilizó al menos otros 30 ataques talibanes en 15 de las 34 provincias afganas el pasado martes, en los que murieron cuatro civiles, 11 miembros de las fuerzas de seguridad y 17 insurgentes. 

Además, el coronel Sonny Leggett, portavoz de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, dio cuenta de otros 43 ataques talibanes a las fuerzas afganas en la provincia de Helmand, uno de los principales bastiones insurgentes.

Como respuesta EEUU lanzó ayer un ataque aéreo en la localidad de Nahr-e Saraj, en esta provincia. Legett lo calificó como un ataque «para defender a nuestros socios afganos».

Diálogo interafgano en la cuerda floja

Es el primer ataque estadounidense después de los acuerdos de Doha y después del pacto de reducción de la violencia. Este aumento de la tensión pone en la cuerda floja el diálogo interafgano que debe comenzar el próximo martes entre talibanes, Gobierno, oposición y sociedad civil.

Cuestionado por los talibanes, el Ejecutivo de Kabul trata marcar territorio tras un acuerdo del que ha sido excluido y el presidente, Ashraf Ghani, rechaza uno de sus principales puntos, la liberación de 5.000 prisioneros afganos a cambio de mil miembros de las fuezas de seguridad capturados por los insurgentes.

Esta negativa pone en peligro el comienzo de unas conversaciones en las que los talibanes consideran la liberación de presos una condición indispensable.

En su conversación telefónica, el mulá Baradar pidió a Trump «no permitir a nadie tomar medidas que frenen los términos del acuerdo».