Ramón SOLA

Sánchez decreta el parón de la actividad no esencial dos semanas pese a las patronales y Lakua

El presidente español, Pedro Sánchez, ha anunciado esta tarde el parón de la actividad laboral no esencial durante las dos próximas semanas a fin de frenar el coronavirus. Los trabajadores tendrán su salario en ese tiempo y deberán recuperar las horas después.

Trabajadores demandan la paralización industrial el viernes en Basauri. (Marisol RAMIREZ | FOKU)
Trabajadores demandan la paralización industrial el viernes en Basauri. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

El presidente español ha anunciado que todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa las próximas dos semanas, «como hacen el fin de semana», con «un permiso retribuido recuperable».

«No tendrán que desplazarse a sus centros de trabajo desde el 30 de marzo al 9 de abril», ha remarcado. En ese tiempo recibirán su salario y luego tendrán que recuperar las horas perdidas de modo espaciado en el tiempo, según ha indicado.

Ante las preguntas sobre lo que se considera «actividad esencial», Pedro Sánchez ha resumido que «la idea es que un trabajador que trabaja en una obra, a partir del 30 de marzo no lo hará y podrá tener ese permiso retribuido. En cambio, un enfermero sí lo hará».

El decreto que establecerá ese pago de permiso retribuido, por decirlo de algún modo con una prestación laboral diferida en el tiempo, se aprobará este domingo por el Consejo de Ministros.

El objetivo de esta medida, recomendada por los expertos según ha indicado, es reducir los niveles de movilidad hasta las cotas del fin de semana, con el fin de evitar contagios en la fase más potente de esta fase de la epidemia.

Frente a una paralización industrial más larga, el Gobierno español cree que puede bastar con este parón de dos semanas que engancharía con el de las vacaciones de Semana Santa, con lo que en la práctica podría suponer unos días más de baja actividad. Eso en el caso de que esta decisión no sea prorrogada.

Sánchez ha comenzado admitiendo los «abrumadores partes de fallecimiento» y subrayando que esta pandemia es la mayor amenaza mundial desde la gripe de 1918.

Acto seguido, ha apelado a la Unión Europea, tras filtrarse las desavenencias entre los socios en la cumbre del jueves. «Es el momento de mayor dificultad desde su creación y tiene que estar a la altura, no puede defraudar, no puede fallar, no debe fallar. Necesitamos pruebas, contundencia y solidaridad», ha dicho el presidente español. Ha reivindicado ayuda económica y promover «primero la resistencia y luego la recuperación» ante esta «catástrofe», «movilizando una gran cantidad de recursos, un nuevo Plan Marshall».

«Es el momento de intensificar la lucha», ha anunciado después tras indicar que el virus golpea estos días «de forma despiadada». Y es ahí donde ha enunciado esta medida, contra la que se habían posicionado con claridad tanto las patronales como el Gobierno de Lakua y en concreto el PNV, como ha reflejado esta mañana su dirigente Koldo Mediavilla.

Pedro Sánchez ha añadido que su decisión ya había sido comunicado antes de la comparecencia a los agentes económicos.