El Alavés fue hace 90 años protagonista histórico del primer ascenso de un conjunto de fútbol a Primera División. En aquel momento ocupó la plaza del descendido Atlético de Madrid y pasó a engrosar la lista de los diez equipos más fuertes, entre los que se encontraban otros cuatro vascos, Athletic, Real, Arenas y Real Unión.

Junto a ellos participaban Barcelona, Real Madrid, Racing de Santander, Espanyol y Europa, en un campeonato exitoso para la escuadra babazorra, ya que logró la salvación, aunque solo fuese por un punto –sumó 14–, después de vencer en cinco partidos, empatar otros cuatro y perder nueve.

Artífices de tal éxito fueron los centrales Quincoques y Ciriaco –se convirtieron en una de las parejas defensivas más solventes del campeonato–, bien secundados por Manuel Olivares, delantero de solo 21 años que logró alcanzar la decena de goles. El destacado papel de los tres en esa temporada de estreno en la élite les valió para fichar al año siguiente por el Real Madrid.

El entrenador de aquel equipo histórico fue Francisco Baonza, quien logró la primera victoria del Alavés en Primera en un derbi contra el Arenas (3-2) en Mendizorrotza –Olivares anotó los tres tantos–, después de empatar en la primera jornada en otro duelo hermanado con la Real, consiguiendo igualar a dos en Atotxa.