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Molinos Vascos y la Cordelería del Astillero Real de Zorroza, en la Lista Roja del Patrimonio

A pesar de las peticiones vecinales para que se tomen medidas de protección de estos dos históricos edificios que forman parte del Patrimonio Industrial Vasco, ambos se encuentran en mal estado.

Grandes Molinos Vascos en 2002. (AVPIOP)
Grandes Molinos Vascos en 2002. (AVPIOP)

El pasado día 27 de marzo, la Asociación Hispania Nostra incluyó en la Lista Roja del Patrimonio tanto los Grandes Molinos Vascos como la Cordelería del Astillero Real de Zorroza, ambos bienes ubicados en Zorrotza, en Bilbo.

La inclusión se ha realizado después de que el comité científico deliberara la solicitud efectuada por la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública. Esta hizo la petición en vista de que no se ha adoptado ninguna acción para promover la preservación y correcta conservación de estos monumentos del Patrimonio Industrial Vasco, protegidos al máximo nivel por el Departamento de Cultura de Lakua.

La protección y mantenimiento preventivo de ambos bienes culturales ha sido permanentemente reivindicada por Zorrotza Auzo Elkartea, quien espera que «la inclusión en la Lista Roja suponga una nueva llamada de atención sobre su estado y sirva para impulsar la recuperación de ambos monumentos».

Los edificios a proteger

Grandes Molinos Vascos S.A. era una gran factoría capaz de moler diariamente 200.000 kilos de trigo, dotada además de los almacenes y silos correspondientes.

Su emplazamiento le permitía descargar el trigo y el maíz que recibía por mar, directamente desde el buque a los silos, por procedimientos neumáticos, y se tendría también acceso a la fábrica por medio de vías de apartadecor del Ferrocarril del Norte y los ferrocarriles de vía estrecha.

La Cordelería, por su parte, también conocida como Fábrica de Jarcias del Astillero Real de Zorroza, tuvo su origen en un astillero del que ya se tienen noticias en el siglo XVI.

El edificio original debió tener unos 400 metros de longitud y 13 de anchura. En él se elaboraban la jarcias para los buques mediante el proceso de hilado y trenzado del cáñamo.