naiz

Tras avivar tensiones con China, EEUU necesita los suministros médicos del país asiático

Políticos estadounidenses han expresado su desacuerdo por el manejo de la crisis del coronavirus de Pekín, pero se enfrentan a una dura realidad: Estados Unidos necesita desesperadamente de los suministros de China.

En plena crisis sanitaria, las mascarillas escasean en EEUU. (AFP)
En plena crisis sanitaria, las mascarillas escasean en EEUU. (AFP)

Antes de la crisis, el gigante asiático producía casi la mitad de las mascarillas importadas a Estados Unidos, que en tiempos normales cuestan menos de un dólar, pero ahora escasean en momentos en que se ha pedido a los estadounidenses usarlas cuando estén fuera de casa.

China, que parece haber contenido su propio brote de coronavirus, es el primer proveedor de equipos de protección en todo el mundo.

«China es una fuente masiva de suministro de estos productos en un momento de increíble necesidad, tanto en Estados Unidos como a nivel mundial», dice Chad Bown, investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional. «Entonces, si no estás abierto a China y estás tratando de comprar estos artículos a China en este momento, realmente no tienes esperanza», añade.

Los fabricantes estadounidenses han aumentado la producción de mascarillas a 70 millones al mes, pero eso está muy por debajo de las necesidades y el Departamento de Salud y Servicios Sociales está tratando de comprar 500 millones de máscaras para tener una reserva estratégica.

La crisis de salud ha impulsado un negocio para los fabricantes chinos de las llamadas máscaras N95, diseñadas para bloquear el 95% de las partículas muy pequeñas.

Suministro de productos farmacéuticos

Chad Bown no encontró evidencia en los primeros datos disponibles de que China haya cortado los suministros o los haya desviado a socios políticos, como Italia, que también se vio gravemente afectada. Sus exportaciones de equipos de protección disminuyeron en los primeros dos meses del año, pero menos que las exportaciones totales, según el investigador.

Aún así, el investigador resalta que China suministra el 48% del equipo de protección personal importado a Estados Unidos y el 50% a la Unión Europea.

«Cuando comienzas una guerra comercial con un país que deliberadamente antagonizas mientras aún dependes de ellos para ciertas cosas, de alguna manera te has hecho esto a ti mismo», comenta el especialista del instituto Peterson.

Yanzhong Huang, un experto en salud global del Consejo de Relaciones Exteriores y de la Universidad Seton Hall, dice que la fabricación de mascarillas ha crecido en China porque la producción es de baja tecnología y trabajo intensivo. Potencialmente más problemático, apostilla Huang, es el suministro de productos farmacéuticos activos.

Una audiencia en el Senado estadounidense el año pasado reveló que más del 80% de los ingredientes clave de las medicinas en el país se originaron en el extranjero, principalmente en China o India, que por el contrario tiene una relación cercana con el país.

Huang señala, sin embargo, que Estados Unidos domina en muchos medicamentos vitales, incluido el tratamiento de enfermedades no transmisibles de creciente preocupación en China.

«China tiene influencia, pero debemos tener en cuenta que no es un proceso unidireccional. Estados Unidos también tiene su propia influencia», dice.

Para Bown, los países no deberían aspirar a la autosuficiencia en suministros médicos, sino más bien buscar un suministro global diverso. «El punto es que, con una pandemia como esta, ningún lugar geográficamente está a salvo en ninguna parte del mundo», agrega Bown.