IKER BIZKARGUENAGA

Emplazan a una médico vizcaina a reincorporarse al trabajo pese a dar positivo en coronavirus

Salud Laboral llamó el jueves a una médico de Ezkerraldea para decirle que debía reincorporarse a su puesto de trabajo, a pesar de que en esa misma fecha había vuelto a dar positivo en el test de coronavirus. Es consecuencia del nuevo protocolo de Osakidetza, más laxo que el de otros lugares del Estado y que provoca situaciones que a juicio de esta profesional «no tienen ni pies ni cabeza».

El personal sanitario es uno de los colectivos más afectados por el Covid-19    (Jon URBE I FOKU)
El personal sanitario es uno de los colectivos más afectados por el Covid-19 (Jon URBE I FOKU)

Iratxe G. es una médico de familia de una localidad vizcaina que aunque ahora se encuentra físicamente bien, salvo por el olfato, que todavía no lo ha recuperado, sabe desde hace dos semanas que está infectada por coronavirus. De hecho, volvió a dar positivo en el test que le hicieron el pasado miércoles. Y, sin embargo, se le ha comunicado que debe reincorporarse a su puesto de trabajo.

Así lo ha explicado en declaraciones a NAIZ, describiendo una situación que a su juicio no tiene sentido.

La confirmación de que había contraído el Covid-19 le llegó tras hacerle un primer test el 27 de marzo. Llevaba cinco o seis días con síntomas. Cuando comenzaron, lo comunicó y le dieron la baja. Así ha permanecido hasta ahora, en casa, pasando los síntomas de esta nueva enfermedad, hasta que hace tres días le hicieron la segunda prueba. El jueves, al día siguiente, le informaron del resultado positivo... y también le dijeron que, según el nuevo protocolo, estaba en condiciones de reincorporarse a su puesto.

Tras recibir esa notificación por parte de Salud Laboral, se puso en contacto con el jefe de unidad de atención primaria del ambulatorio donde trabaja. «Me dijo: ‘los días festivos los tenemos organizados, no vengas, habla con tu médico el martes, que es el primer día laborable, y por lo menos le damos unos días más’. A él tampoco le parecía que, habiendo dado positivo el miércoles, me incorporase el viernes», señala Iratxe.

El informe y la interpretación de Osakidetza

Esta médico vizcaina apunta que desde Salud Laboral «lo único que hacen es cumplir lo que viene de arriba, el protocolo». Un protocolo que ha cambiado hace apenas unos días y que define las nuevas condiciones para que el personal de Osakidetza pueda acudir al trabajo.

«El 4 de abril –evoca Iratxe– el Ministerio de Sanidad español publicó un informe donde se afirma que, en los casos leves de infección por coronavirus, a partir del quinto día sin síntomas el riesgo de transmisión es bajo. Difundieron eso y, en base a ello, Osakidetza publica el nuevo protocolo; no sé si es al día siguiente o al de dos días».

Expone también, según ha podido saber a través del delegado sindical con el que ha estado en contacto, que «en el resto de comunidades del Estado, no sé si en todas o en algunas, hacen otra interpretación de ese informe, y a los casos que han seguido dando positivo se les está repitiendo el test a los tres días».

«En este caso es Osakidetza, el Gobierno Vasco, el que está haciendo una lectura más laxa para mandar a los trabajadores antes a trabajar», apostilla.

Entre lo paradójico y lo surrealista

En su caso, además, se ha producido un hecho que escapa a toda la lógica: el martes tenía que llevar a su hijo a vacunar al mismo ambulatorio donde trabaja y, tras comunicarle su situación, la supervisora de enfermería le indicó el jueves por la mañana que retrasaran la cita «para evitar propagar el virus». «Y después recibí la llamada para decirme que al día siguiente puedo estar trabajando», apunta. Más que paradójico, es surrealista.

«En mi opinión, esto no tiene ni pies ni cabeza», valora Iratxe, quien se pregunta: «¿para qué me han hecho este segundo test si no le van a hacer ningún caso al resultado?» «Es un test, entre comillas, tirado a la basura. Con la falta que hay de test, no me parece razonable», añade.

Esta profesional de Osakidetza quiere creer que es «una de esas personas a las que nos ha pillado entre un protocolo y el otro», pero, considerando que probablemente si le hicieran un test dentro de unos días daría negativo, opina que no costaría haber esperado antes de decidir su reincorporación.

Del mismo modo, considera que «tampoco tiene mucho sentido que estemos oyendo hablar de aislar a asintomáticos en hoteles y demás, y yo que soy asintomática pero a ciencia cierta positivo me hagan ir a trabajar a un ámbito que puede ser de riesgo».

Sobre lo que puede ocurrir a futuro, explica que el martes expondrá a su médico de cabecera cuál es la situación para que decida, aunque señala que tampoco quiere «ponerle en un compromiso». «Entiendo que lo que tiene que hacer es cumplir el protocolo y entiendo que la responsabilidad es de otros», puntualiza.

Respecto a lo que podría ocurrir si se reincorpora siendo aún positivo en coronavirus, Iratxe dice que, más allá de las mascarillas y el material de protección, «la distancia mínima de seguridad es recomendable mantenerla, pero yo no puedo explorar a un paciente a más de dos metros de distancia». «Una vez llega el paciente a la consulta, ya está dentro, entra en un espacio donde yo he podido tocar algo, como la mesa, el paciente puede tocarla y llevarse la mano al ojo… Y según entran por la puerta yo no sé si ese paciente es inmunodeprimido, si tiene una enfermedad...», advierte.

También apunta que, dada la situación, «los médicos de familia estamos haciendo la mayoría de las consultas vía telefónica, y están viniendo pocos pacientes a los ambulatorios». Aunque «algunos sí que vienen».

Y cuando lleguen no debería ocurrir que les reciba una médico que todavía es portadora del virus. Por lógica, por sentido común y por un elemental respeto a su salud.