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Una «hoja de ruta» para que los estados europeos protejan a las mujeres y niñas

Las ONG Women's Link Worlwide, Amnistía Internacional y la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF) han presentado una breve guía dirigida a los estados europeos para garantizar la protección de los derechos de las mujeres y niñas, e impedir que «las injusticias y desigualdades ya existentes se agraven aún más» durante la crisis sanitaria del covid-19.

Dos mujeres hacen deporte en el Parque de El Retiro de Madrid. (Gabriel BOYS/AFP)
Dos mujeres hacen deporte en el Parque de El Retiro de Madrid. (Gabriel BOYS/AFP)

«Guía para Europa: Proteger los derechos de las mujeres y las niñas durante la pandemia del covid-19 y el periodo posterior» es una hoja de ruta dirigida a los estados europeos para que «ante la posibilidad de nuevos rebrotes» del covid-19 y la necesidad de «restablecer las medidas de cuarentena y distanciamiento físico ya suprimidas» conozcan «en profundidad sus obligaciones en lo que respecta a los derechos humanos de las mujeres y niñas tanto durante la pandemia como en los periodos de transición y recuperación».

Las organizaciones responsables de esta «hoja de ruta», Women's Link Worlwide, Amnistía Internacional y la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF), constatan que «esta crisis ha puesto de manifiesto la desigualdad estructural y sistémica a la que mujeres y niñas se enfrentan desde hace ya mucho tiempo» y denuncian que esta pandemia «está afectando de forma desproporcionada y diferencia a aquellas mujeres y niñas que ya se encontraban en situación de exclusión. A menos que se protejan sus derechos, se escuche su voz y se satisfagan sus necesidades, estas mujeres seguirán viéndose privadas de justicia».

«Ahora que muchos estados están empezando a centrar su atención en la salida de los periodos de confinamiento, es fundamental que sigan respetando, protegiendo y garantizando los derechos humanos, adoptando las medidas necesarias para prevenir las amenazas a la vida, la seguridad y la salud de mujeres y niñas, así como para seguir protegiendo a los colectivos más excluidos», remarcan.

Cuatro ejes de actuación

Estas organizaciones priorizan cuatro ejes: Derecho a vivir libre de violencias, tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes; acceso a servicios, productos e información sobre salud sexual y reproductiva; derecho a la movilidad y migración; y acceso a la justicia.

Recuerdan que según datos de la OMS, en muchos países europeos las llamadas de mujeres que sufren amenazas o violencia por parte de sus parejas se han incrementado un 60% con respecto al año pasado. Al mismo tiempo, destaca como dato preocupante que en algunos países han disminuido las denuncias por violencia machista, lo que «puede indicar que hay limitadas opciones para que las mujeres que conviven con su maltratador puedan denunciar».

Destacan que para las afectadas por violencia de género, incluida la violencia sexual, «los elevados niveles de impunidad y los obstáculos para acceder a la justicia vienen siendo uno de los mayores desafíos en la región incluso antes del covid-19».

«Es fundamental que, al mismo tiempo que toman medidas adecuadas en materia de salud pública, los Estados cumplan también con sus obligaciones internacionales de garantizar la diligencia debida en la investigación de todos los casos de violencia de género, tanto durante los confinamientos como después de que se levanten las restricciones», exponen las entidades.

Salud sexual y reproductiva

Lamentan que hay países que no han adoptado medidas específicas para garantizar el acceso seguro y oportuno a servicios, productos e información esenciales en materia de salud sexual y reproductiva durante la pandemia. «Algunos como Polonia, Rumanía o Eslovaquia parecen estar usando las restricciones como oportunidad para menoscabar o restringir aún más el acceso a los derechos sexuales y reproductivos», critican.

En este sentido, han asegurado que hay hospitales y consultorios que «han reducido al mínimo los servicios de salud sexual y reproductiva o los han cerrado debido a la escasez y redistribución del personal, entre otras razones». Por ello, denuncian, «en muchos lugares, acceder a servicios clínicos normales es ahora sumamente difícil».

«Los gobiernos europeos no deben agravar los perjuicios que la crisis sanitaria causa a las mujeres al no garantizar el acceso a atención de la salud sexual y reproductiva esencial», destaca la directora regional de la Red Europea de la Federación Internacional de Planificación de la Familia, Caroline Hickson.

La directora regional para Europa de Amnistía Internacional, Marie Struthers, avisa de que «Europa no será la misma después del covid-19». «Hacemos un llamamiento a los Estados para que escuchen las voces de las mujeres y conviertan Europa en un lugar mejor para todas las mujeres y niñas después del covid-19», subraya.