El 13 de marzo estas centrales suspendieron las concentraciones previstas debido a la declaración del estado de alarma provocado por la covid-19, una pandemia durante la que las trabajadoras de estas residencias han trabajado «sin garantías para su salud y la de las personas que atienden».

Estos sindicatos han explicado que tras casi tres meses «luchando en cada centro de trabajo contra el virus» es necesario defender unas «mejores condiciones de vida de las personas usuarias y de las trabajadoras que las cuidan», por lo que van a retomar las movilizaciones en demanda de un convenio «justo».

Sostienen que «la calidad y la buena asistencia a los mayores pasan por la mejora» de las condiciones laborales de las trabajadoras.

«Si analizamos los datos en los tres territorios históricos durante esta pandemia el resultado debería hacernos reflexionar: mejores condiciones laborales es igual a un menor número de contagios y fallecimientos en residencias», han subrayado.

Han concluido que se necesita un convenio provincial de residencias de Álava y una mejora real de la ratio de atención directa para unos profesionales que «se sienten olvidados, no reconocidos e incomprendidos».