Ramón SOLA

Mascarillas, balones, comedores... lo que se sabe del próximo curso en preguntas y respuestas

En el recién empezado junio, el objetivo no solo es acabar el curso cercenado por la pandemia, sino también tener preparados los escenarios para el siguiente. La reunión Celaá-Simón del lunes tarde en Madrid, las declaraciones de la consejera Uriarte el fin de semana en ETB y lo que se va comunicando a los centros permiten hacer esta aproximación a cómo será setiembre.

Niñas y niños en la ikastola de Azkaine, adaptada ya a la nueva situación. (Guillaume FAUVEAU | AFP)
Niñas y niños en la ikastola de Azkaine, adaptada ya a la nueva situación. (Guillaume FAUVEAU | AFP)

Los ministerios español y francés preparan sus escenarios para el próximo curso tras este ensayo de final semipresencial que está resultando muy limitado y voluntario. El lunes se reunieron en Madrid el director del equipo técnico estatal, Fernando Simón, y la ministra de Educación, Isabel Celaá, para pergeñar el borrador que maneja el Gobierno estatal. El Ministerio francés también tiene su protocolo listo. La CAV y Nafarroa también van transmitiendo algunos mensajes a los centros.

Es necesario tener los diferentes planes listos antes de la interrupción veraniega, porque además serán precisas reformas y medidas extraordinarias en todos ellos. Algunas dudas se van disipando, otras dependerán de si el covid-19 sigue fuerte o se va batiendo en retirada. ¿Qué se sabe y qué no de setiembre, en este inicio de junio? Este es un adelanto para madres y padres y también alumnos y alumnas, los más afectados.

¿Volverán a las aulas algunos o todos?

Hace apenas dos semanas una vuelta semipresencial y a tiempo parcial (con algunas horas lectivas en el aula y otras en casa) era el escenario preponderante, pero la evolución del virus va abriendo la puerta a la posibilidad de que todo el alumnado pueda retornar a la vez a los centros escolares, siempre en clases de no más de quince tanto en el sur como en el norte vasco. Una buena noticia para la igualdad de condiciones tras una brecha digital notoria, que ha hecho que estos últimos dos meses y medios la teleeducación no haya llegado a todos.

¿Habrá más aulas? ¿Dónde?

Parece obvio que los menores ratios necesarios para evitar el distanciamiento se traducirán en mayor número de aulas. ¿Dónde habilitarlas? Los centros educativos ya han sido instados a valorar qué espacios infrautilizados hasta la fecha y más inservibles aún ahora, como los salones de actos, pueden servir para acoger a grupos de estudiantes.

No parecen plantearse, salvo de modo parcial, opciones de educación al aire libre habituales en otros continentes y barajadas ahora en puntos de Europa como Italia.

¿Cambiarán los horarios?

Las entradas y salidas serán necesariamente escalonadas para evitar los actuales colapsos en escaleras y pasillos. Se articularán por niveles y de modo ordenado. Es probable que los padres y madres no lleguen hasta la puerta y se queden fuera de los patios, también a fin de reducir los contactos físicos.

¿Con la mascarilla siempre puesta?

El retorno de estas semanas a las aulas –desde niveles inferiores en el caso de Ipar Euskal Herria, 4º de ESO en la CAV y 2º de Bachiller en Nafarroa– se está haciendo con la mascarilla puesta de modo obligado. Pero es evidente que para los niños y niñas más pequeños resultará más complicado. Su necesariedad en muchos espacios resulta patente, pero quizás no en todos (las distancias físicas se mantendrán cuando estén sentados en el pupitre). Una profesora lo anticipa así: «La llevarán puesta, aunque sea colgada de la oreja». Tendrán que aprenderlo.

¿Cómo se jugará en los patios?

El Estado francés ya plantea medidas como prohibir los balones y pelotas, por el contacto que generan, pero al sur del Bidasoa no se descarta que puedan seguir usándose, a la espera de la evolución del virus. Lo seguro es que los movimientos estarán más controlados, léase limitados.

¿Dónde se comerá?

Los jantokis al uso, masificados y organizados en diferentes turnos, muy difícilmente podrán seguir así en setiembre. Una de las opciones que ya se está sondeando en los centros vascos es que el alumnado pueda comer en su propio espacio de estudio, de modo que este sea exclusivo para él.

¿Con qué material educativo?

Limitar al máximo el trasiego de materiales educativos, desde lápices a tizas o libros de texto, es otra prioridad sanitaria. En Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa ya se ha instado a evitar mochilas llenas y a dejar en el aula al salir todo lo posible, salvo lo que resulte directamente imprescindible llevar a casa. Dicho de otro modo, se acabaron de momento esas pesadísimas mochilas o carros camino de la ikastola.

¿Seguirá la teleeducación y cómo?

Los obligados planes de contingencia contemplan que algún rebrote del covid-19 pueda tener que volver a cerrar las aulas y recurrir de nuevo a la teleeducación. Las diferentes administraciones articularán medidas para que los alumnos que no disponen de él puedan tener a préstamo un ordenador o tablet. Pero los datos de que se parte no parecen muy ajustados a la realidad: si bien un 80-85% de los hogares actuales pueden tener efectivamente ya algún dispositivo electrónico, con el aumento del teletrabajo de madres y padres y en los hogares con más de un hijo o hija, es mucho más difícil que estén libres.