Dabid Lazkanoiturburu

Ofensiva aérea y terrestre turca contra el PKK en Irak

La nueva ofensiva del Ejército turco contra la guerrilla del PKK en suelo iraquí se ha cobrado sus primeras víctimas mortales. Pese a las protestas formales de Bagdad, Ankara ha enviado tropas especiales terrestres aerotransportadas a la provincia kurdo-iraquí de Dohuk.

Un helicóptero turco parte de la base de Hakkari. (Mustaphah OZER-AFP)
Un helicóptero turco parte de la base de Hakkari. (Mustaphah OZER-AFP)

Al menos un civil, concretamente un agricultor, ha muerto en un raid de la aviación turca contra objetivos de la guerrilla del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en las montañas del norte de Irak.

Turquía inició el domingo una ofensiva con bombardeos aéreos contra bases y campos de entrenamiento de la guerrilla kurda en los montes Qandil y en otras zonas, que le sirven de refugio en su ya larga guerra con Ankara

Pese a las protestas oficiales de Bagdad, Ankara heliotransportó el pasado miércoles comandos de fuerzas especiales que operan ya sobre el terreno en la provincia de Dohuk, y que marcan los objetivos a bombardear.

La medida exacta de la operación «Garras de Tigre», bautizada así por el Gobierno del presidente turco, Recep Tayip Erdogan,  está por ver, a falta de acceso a la zona, aunque de momento no parece tan amplia como las ofensivas de envergadura lanzadas por Ankara en el norte de Siria contra los enclaves kurdos. Operaciones que han solido contar con miles de soldados turcos y aliados mercenarios sirios sobre el terreno, apoyados por blindados y fuego artillado.

Eso si, de momento ha provocado un éxodo masivo de familias de la zona de combate, donde los guerrilleros del PKK responden al ataque turco.

Tolerancia-aquiescencia

Bagdad ha convocado dos veces al embajador turco en Irak, que insiste en que su país seguirá luchando contra el «terrorismo» mientras Irak no expulse al PKK.

En cualquier caso, los expertos consideran improbable que Turquía haya lanzado semejante operación sin haber informado previamente a –y logrado la aquiescencia de– Bagdad y Erbil, capital del Kurdistán iraquí.

El PKK es un adversario tanto para el poder iraquí como para el Gobierno autónomo kurdo, controlado por el clan de los Barzani y su sucursal partidaria (PDK), que lleva años intentado expulsar a la guerrilla.

De ahí que toleren el mantenimiento de una decena de puestos militares kurdos en Kurdistán Sur (Irak) desde hace 25 años.

El Estado turco y el PKK están en guerra desde 1984. El conflicto suma ya más de 40.000 muertos, muchos de ellos civiles.