Asier AIESTARAN

Kirolbet Baskonia, campeón de la Liga ACB diez años después

Dusko Ivanovic ha obrado el milagro. Cogió un equipo hundido en diciembre y ha sido capaz de llevar al Baskonia a ganar la ACB, tercera Liga que gana el técnico con el equipo de Gasteiz. Una canasta de Vildoza a falta de tres segundos para el final, tras gran asistencia de Polonara, ha servido para lograr el 69-67 y decantar una final jugada a cara de perro y en la que se ha impuesto el ritmo y la defensa del Baskonia.

La expedición baskonista posando con el trofeo (ACB)
La expedición baskonista posando con el trofeo (ACB)

Diez años después de su último título, cuando parecía que el dominio de Barça y Madrid hacía imposible poder volver a ganar una liga, Kirolbet Baskonia ha demostrado que en el deporte no hay imposibles y que si se trabaja para ello, las oportunidades terminan apareciendo.

Pocos pensaban en diciembre, cuando Dusko Ivanovic cogió las riendas de un equipo hundido, que la temporada podría terminar de esta manera. Probablemente solo el técnico montenegrino, la gran clave del renacimiento que ha vivido el equipo gasteiztarra.

Es cierto que las condiciones han sido muy particulares, y que en un play-off tradicional a más partidos los equipos más potentes económicamente hubieran tenido quizás más opciones de triunfar, pero el Baskonia ha demostrado que siempre hay que contar con él.

Dudas en el arranque

La final ha arrancado con muchas imprecisiones y pérdidas, pero en el intercambio de errores el que ha salido ganando ha sido Nikola Mirotic, el MVP de la temporada, que ha adelantado a los culés 7-4 con seis puntos suyos.

En defensa, no obstante, los de Pesic también han dejado jugar al Baskonia, con Shields y Vildoza llevando el peso anotador (7-8). Shengelia, en cambio, ha sido cambiado muy pronto, incapaz de parar a los interiores rivales.

Un triple de Shields y un mate de Eric, tras preciosa asistencia de Vildoza, han adelantado al Baskonia 9-15, llevando el nerviosismo a las filas del Barça. El único pero han sido las faltas del Baskonia, eficaces para detener el ataque catalán pero peligrosas de cara a lo que quedaba de partido.

Pero si algo tiene el Barça es calidad en su plantilla y jugadores acostumbrados a tirar del carro. Higgins, con dos tiros libres y un triple desde la esquina, ha dado la vuelta al marcador (16-15).

Eso sí, ha sido el Baskonia el que ha llegado por delante al final del primer cuarto gracias a un gran palmeo de Ilimane Diop tras un triple errado por Shengelia (16-17).

Aparecen Heurtel y Kuric

El segundo acto no ha comenzado de la mejor manera para el equipo alavés. Un exbaskonista como Thomas Heurtel ha aparecido en el partido para adelantar 23-17 al Barcelona con dos canastas consecutivas. Dusko Ivanovic no lo ha dudado ni un momento y ha parado el encuentro enseguida. 

No ha tenido gran efecto, ya que a la vuelta del parón el base francés ha metido un triple desde lejos llevando el 26-17 al marcador. Una acción que ha llevado la final a unos minutos de toma y daca, con apariciones de Janning o Shengelia por parte baskonista y Davis o Kuric por la del Barça. Un triple de este último volvía a abrir la brecha hasta el 31-23.

El acierto desde el triple, con nuevo castigo por parte de Hanga para poner el 34-27, ha sido una de las claves de ese segundo cuarto. Kuric ha repetido castigo desde lejos poco después y tampoco han ayudado los tiros libres errados por Vildoza.

No obstante, la pelea del Baskonia ha permitido a los de Ivanovic seguir metidos en el partido, gracias a rebotes ofensivos o tiros libres, acción en la que ha brillado un gran Diop, máximo anotador baskonista al descanso con 8 puntos y 13 de valoración.

Pena que Kuric haya entrado en vena y con una canasta increíble sobre la bocina haya logrado el 39-33 con el que se ha llegado al descanso.

Máxima igualdad

La segunda parte ha arrancado otra vez con problemas para anotar en ambos equipos y la tercera falta de Henry, que ha sido sustituido por Dragic. Por suerte, Shengelia ha seguido a lo suyo, con gran tapón a Hanga y dos tiros libres para acercar al Baskonia 39-35.

Y para que no se sintiera solo, Luca Vildoza se ha destapado con dos triples consecutivos que han igualado el marcador (41-41) tras varios minutos de dominio culé. Incluso ha tomado la delantera el Baskonia 43-47 tras una técnica a Pesic por protestar y un gran tiro de Dragic.

No ha tardado el Barça en volver a reaccionar, con dos buenas acciones de Claver y Heurtel, empatando el choque a 47 y obligando a Ivanovic a pedir tiempo. La igualdad se ha mantenido en los instantes finales del tercer cuarto, con defensas agresivas por ambos bandos que han llevado la final al final del tercer cuarto con empate 51-51 y todo por decidir.

Un final trepidante

El arranque del último cuarto ha sido trepidante, con un triple de Janning que ha adelantado 51-55 al Baskonia y otro intento de Shields que a punto ha estado de dinamitar la final.

Pese a la falta de público en La Fonteta, la temperatura ha ido subiendo en el pabellón, con un gran triple de Shengelia y la rápida respuesta de Higgins entrando hasta la cocina. Hasta un hombre tan frío como Janning se ha sumado a la fiesta con un triple marca de la casa. 60-61 a favor del Baskonia sin tiempo ni para respirar.

Y en este tipo de finales no podía faltar el sello de Heurtel. Gran canasta primero, robo después y pérdida inexplicable, para que la locura fuera total en la pista. Y hasta Mirotic ha hecho su quinta falta, despidiéndose de la final antes de tiempo, con cinco minutos por jugarse y 62-62 en el marcador.

Tras varios fallos y regalos, ha sido Polonara el que ha adelantado 64-67 al Baskonia con un gran triple a falta de 2:24. Una renta clave hasta que, a falta de 10 segundos, una falta en la pintura ha permitido a Oriola empatar el partido (67-67).

Y en la última jugada, cuando todo parecía perdido, Polonara ha sacado una asistencia de libro para que Luca Vildoza anotara a placer. Faltaban tres segundos, pero el triple final Higgins no ha entrado, llevando la locura total a las huestes baskonistas gracias al 69-67 con el que ha terminado el choque.

Un Vildoza que vio premiado su trabajo con el premio MVP de la final y que apenas era capaz de articular palabra debido a la emoción, emoción generalizada en las filas de un colectivo eufórico.