La ley adoptada en 2017 por el Senado francés dejaba en manos de un consejo la tramitación de los casos sospechosos de infligir las normas con respecto al uso del dinero que reciben los electos de la Cámara Alta en concepto de dietas o de gastos ligados al ejercicio de sus funciones.

Esta instancia interna debe comunicar a la Fiscalía los casos susceptibles de constituir un desvío irregular de fondos públicos.

Un total de 14 electos habría sido objeto de investigaciones preliminares. Según la información publicada por el digital Mediapart, esta investigación habría comenzado tras un control de las declaraciones de todos los parlamentarios de la última legislatura, y habría tomado cuerpo tras una audición de la senadora bearnesa, Frédérique Espagnac, conocida por su implicación en la política vasca.

La electa habría declarado ante los agentes de la brigada de represión de la delincuencia económica en noviembre de 2019.

Según ha señalado la propia Espagnac al digital parisino, «siempre ha actuado de forma ética y con respeto a la ley».

A tenor de la información de Médiapart, Espagnac es sospechosa de haber utilizado distintas cantidades procedentes de su asignación de gastos en el periodo 2012-2018. Habría dudas sobre cómo utilizó un total de 108.000 euros, siempre de acuerdo al código de conducta del Senado.

Concretamente habría desviado parte de las dietas que percibió de Senado para pagar un alquiler privado, gastos médicos o la cuota mensual de 500 euros que da a su partido.