En la comparecencia, Inaxio Oiarzabal y Bego Atxa han explicado que este año el evento, que se desarrollará los próximos 23, 24 y 25 de julio, se adaptará a la situación generada por la pandemia, que exige cumplir con determinadas medidas. Por ello, las etapas estarán individualizadas, no formarán parte de un recorrido de varias jornadas.

El primer día, 23 de julio, los ciclistas cubrirán un recorrido entre Lekunberri y Hernani, uniendo así Nafarroa y Gipuzkoa. El 24 de julio la etapa discurrirá entre Orduña (Araba) y Durango (Bizkaia). Finalmente, el sábado 25 habrá cuatro recorridos, con salidas en las cárceles de Martutene (Gipuzkoa), Basauri (Bizkaia), Zaballa (Araba) e Iruñea (Nafarroa), y llegada en las respectivas capitales.

Los portavoces de Sare han remarcado que «este año está siendo especialmente duro», ya que debido a la pandemia han trascurrido tres meses sin visitas y marcados por «el desconocimiento y la incertidumbre».

Y ahora, una vez recuperada la movilidad, las familias «tienen que volver a recorrer cientos
y miles de kilómetros, arriesgando sus vidas en la carretera».

La marcha ciclista de este verano se enmarca en la dinámica Izan Bidea, porque «queremos seguir haciendo el camino» hacia el retorno a casa de las personas presas y refugiadas. Para inscribirse se habilitará un espacio en página web www.sare.eus.