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La prueba cicloturista La Indurain 2020 se disputa el 18 de julio con medidas higiénicas especiales

El cicloturismo volverá a las carreteras navarras tras el final del estado de alarma por el Covid-19 con La Indurain 2020, que se celebrará el sábado 18 de julio con medidas higiénicas especiales para evitar el riesgo de contagio. Hay más de 800 inscritos y los corredores saldrán en grupos de 150 con separación de 2 minutos.

El próximo 18 de julio se disputa esta marcha cicloturista. (LA INDURAIN)
El próximo 18 de julio se disputa esta marcha cicloturista. (LA INDURAIN)

La Indurain 2020, que cuenta con el visto bueno de Sanidad, del Gobierno de Nafarroa y ayuntamientos implicados, ha sido presentada este jueves en conferencia de prensa por el exciclista Miguel Indurain; el director territorial de Banco Santander, Javier Gallardo; y el representante de la empresa KT1, encargada de la organización del evento, Miguel Sabalza.  

«Será la primera prueba cicloturista del mundo después del confinamiento y creo que tiene que ser un auténtico lujo poder participar en ella», ha manifestado Gallardo.

Por el momento la prueba cuenta con más de 800 inscritos. La organización agrupará a los corredores en grupos de 150 y con separación de 2 minutos entre cada uno y comunicará la hora de salida individualmente a cada participante. El inicio tendrá lugar entre las 8.00 y las 9.00.

Antes de salir, los ciclistas deberán guardar en todo momento la distancia de seguridad de 1,5 metros y la mascarilla puesta hasta pasar por el arco donde comienza la prueba.

La nueva edición de la marcha cicloturista, que tendrá salida y llegada en Atarrabia, cuenta con dos tipos de recorridos, el largo de 180 kilómetros, y el corto de 100 kilómetros.

El pentacampeón del Tour y protagonista indiscutible de la carrera, Miguel Indurain, que la próxima semana cumplirá 56 años, ha dicho sobre la 29ª edición de la marcha que se echará de menos la comida popular, un momento para «contar batallitas sobre anécdotas del Tour o sobre cómo ha ido la prueba, algo que es parte de nuestro deporte».

En lugar de la comida popular, y para evitar riesgos, a la llegada, cada corredor recibirá una bolsa con avituallamiento. Tampoco habrá servicio de duchas ni masajistas.

Hoy hace 25 años que el de Atarrabia se puso líder en el Tour de 1995 y el exciclista ha recordado esos días como «un golpe no tanto físico, sino mental para muchos rivales» en un año el que también fue campeón del mundo.

«Fue un año muy intenso, bonito, pero también duro porque tuve que adaptarme a la altitud, donde metí muchas horas trabajo», ha opinado Indurain.

Por su parte, Sabalza ha anotado que «la grandeza de esta prueba es Miguel y lo cercano que es con todo el mundo. Hay que limitar el aforo, pero se podrán sacar fotos cumpliendo con la normativa marcada».