Agencia EFE

Aumento de suicidios en Gaza, reflejo de una existencia «insoportable»

Entre el 3 y 4 de julio, Gaza registró cuatro suicidios. Tres jóvenes murieron y una mujer sobrevivió. Desde entonces la indignación y la preocupación han roto el tabú entre los palestinos por este fenómeno creciente.

Niños palestinos juegan al lado de su casa en el campo de refugiados al-Shati en Gaza. Los más jóvenes están perdiendo la esperanza. (Mohammed ABED/AFP)
Niños palestinos juegan al lado de su casa en el campo de refugiados al-Shati en Gaza. Los más jóvenes están perdiendo la esperanza. (Mohammed ABED/AFP)

«No es un intento inútil; es un intento de redimirse y terminar», publicó Suleiman al Ayourni de 23 años en su cuenta de facebook, antes de quitarse la vida con un disparo en la cabeza el pasado 4 de julio.

En esos días un joven de 24 años saltó de un quinto piso, otro murió por quemaduras tras inmolarse con gasolina y una mujer sobrevivió a un intento de terminar con su vida. Al menos diecisiete gazatíes han muerto en lo que va de año.

El incremento de suicidios en la franja -sometida a bloqueo israelí y controlada por el ultraconservador movimiento islamista Hamás- ha provocado una inusual indignación en las redes sociales de los palestinos que responsabilizan a sus líderes de tener una existencia insoportable.

Del tabú, a la conversación

El portavoz policial de Hamás, Ayman al Batniyi, admitió que en las últimas dos semanas han confirmado al menos tres casos de suicidio y que están investigando las razones que hay detrás.

El fenómeno, tabú entre la sociedad palestina por motivos religiosos y sociocuturales como «la dignidad familiar», domina desde entonces la conversación pública.

Los líderes de las facciones palestinas de Gaza culpan a Israel por el empobrecimiento que sufre el enclave debido al bloqueo marítimo, aéreo y terrestre desde 2007, con una economía devastada y tasas de desempleo que superan el 70% entre los jóvenes.

Pero también a la división interna palestina y la desvinculación que sufre Gaza de Cisjordania, controlada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y su presidente, Mahmud Abás.

«La razón es que las condiciones de vida son extremadamente difíciles, principalmente entre los jóvenes, que además están perdiendo la esperanza en cambios o mejoras», argumenta a Efe Samir Zaqout, de Al Mizan, centro por los derechos humanos en Gaza.

Zaqout remarca que la mayoría de los que intentan suicidarse son jóvenes y que la vida de los más de dos millones de palestinos del enclave costero "no es una vida normal como la del resto del mundo".

Sin esperanza

Mohammed de 25 años, que pide ocultar su nombre completo, reconoce a Efe que sobrevivió a un intento de suicidio hace dos meses, después de ingerir todo tipo de medicamentos cuando perdió la esperanza de encontrar trabajo.

«Mi padre está desempleado y yo soy el mayor de la familia, el resto va a la escuela. Llamé a todas las puertas en busca de empleo. Me sentí responsable de mi familia y, cuando perdí la esperanza, decidí terminar con mi vida», confiesa.

La ONU predijo hace dos años que Gaza sería «inhabitable» en 2020. Desde entonces, la situación, en vez de mejorar ha empeorado y la actual pandemia de coronavirus ha tensionado aún más la vida.

Si antes, estadísticamente un gazatí tendría la posibilidad de viajar fuera del enclave cada 200 años, por el bloqueo, hoy esa posibilidad es prácticamente nula. El estancamiento económico por el confinamiento o los miedos a que sufra un colapso el sistema sanitario por la COVID-19 -hasta ahora controlada con un solo muerto- desalientan.

El líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Osama al Haj Ahmad, considera que el suicidio es un «comportamiento poco habitual en Gaza» y alerta de su continúo incremento.

Según datos de Al Mizan, en 2015 hubo 553 intentos de suicidio y diez palestinos que murieron. Al año siguiente, 626 sobrevivieron y 16 fallecieron. 2017 registró 566 intentos y 23 muertes y 2018, 504 y 20 defunciones. En lo que va de año, más de 400 personas en Gaza lo han intentado.