Natxo MATXIN

Hamilton gana a tres ruedas en Silverstone, con un final marcado por los neumáticos

La suerte del campeón. Lewis Hamilton (Mercedes) ha ganado en Silverstone con una rueda reventada en la última vuelta, gestionando la enorme ventaja que tenía sobre Max Verstappen (Red Bull) y porque este último ha entrado en boxes previamente a dicho incidente perdiendo un tiempo que le hubiera dado la victoria en el circuito británico. [Página especial de NAIZ]

Hamilton inspecciona el neumático delantero izquierdo que ha reventado en la última vuelta. (Will OLIVER/AFP)
Hamilton inspecciona el neumático delantero izquierdo que ha reventado en la última vuelta. (Will OLIVER/AFP)

Una última vuelta de locos ha transformado un Gran Premio de Gran Bretaña que transcurría por unos derroteros anodinos –tremendo dominio de Mercedes– a un final emocionante, si bien ha acabado venciendo el de siempre. Aunque con más problemas de los previstos, de manera poco habitual –a tres ruedas, con una cuarta reventada– y gracias a que sus rivales no han sabido aprovechar esa circunstancia.

De hecho, la entrada de Verstappen en boxes en la penúltima vuelta para asegurarse la segunda plaza después de que Valtteri Bottas (Mercedes) también reventase uno de sus neumáticos le ha impedido hacerse con la carrera, pues de no haber “perdido” tiempo en el pit lane, habría superado en el último giro a un Hamilton que estaba caminando a duras penas con su monoplaza camino de la bandera a cuadros.

En descargo del piloto flamenco habría que decir que parecía poco probable que a los dos Mercedes les ocurriese semejante contratiempo en tan poco intervalo, pero lo cierto es que ya desde unas cuantas vueltas atrás venían detectando serios problemas en sus neumáticos, pudiendo salvar los muebles el de Stevenage en lo que ha estado a punto de convertirse en un total descalabro para la escudería británica.

Y es que no han sido los únicos en sufrir los problemas finales de las gomas, que se han convertido en las verdaderas protagonistas del último tramo de la carrera. También Carlos Sainz (McLaren), que ya se relamía con un posible podio, ha visto cómo se quedaba fuera de los puntos por otro inesperado reventón en la misma vuelta.

Hasta ese accidentado final, del que el actual campeón ha salido el mejor favorecido al distanciar todavía más a Bottas en la clasificación de pilotos, todo ha transcurrido de la manera esperada. Unos Mercedes intratables han puesto mucha tierra de por medio, incluso para un Verstappen que es el único que les ha sabido mantener el ritmo.

Solo la entrada hasta por dos veces del safety car tras un toque entre Albon y Magnussen –este último ha estrellado su monoplaza– y un error de Kvyat en la decimotercera vuelta, que también ha empotrado su Alpha Tauri, han alterado una prueba que se antojaba placentera para quienes corrían en casa.

Quien ni siquiera ha podido colocarse en la parrilla de salida ha sido Nico Hulkenberg, sustituto de urgencia del positivo por coronavirus Checo Pérez en la escudería Racing Point, cuyo monoplaza ha sufrido graves problemas mecánicos que le han impedido tomar parte en el inicio de la carrera.

Una vez finalizada la prueba, Hamilton ha reconocido que «quizás deberíamos haber parado cuando vimos esos problemas (en referencia al desgaste de las ruedas), pero al final he podido ganar, aunque la última vuelta el corazón me iba muy rápido, pues no sabía si me iba a dar tiempo para cruzar el primero».