koldo landaluze

‘Woosh!’, el retorno místico y reflexivo de Deep Purple

Cruzada la frontera de los 50 años de actividad musical, Deep Purple ha publicado ‘Woosh!’, un nuevo álbum compuesto de catorce temas en los que la legendaria formación británica aborda temas sociales actuales dentro de un viaje místico fusionado con el rock clásico.

Siguiendo las pautas que dicta la presencia de un misterioso astronauta que recorre nuestro deteriorado planeta y que sirve de leitmotiv para los clips musicales que ilustran ‘Whoosh!’, la veterana formación británica Deep Purple ha sacado al mercado una cuidada producción musical que parece servir como punto de inflexión en esta su otoñal etapa.

Lo conforman catorce temas entre los cuales figuran cortes profundos, afilados y místicos como ‘Throw My Bones’, ‘The Power of The Moon’ y ‘Man Alive’ y tan alegres y virtuosos como ‘Nothing at All’.                

El encargado de prologar este nuevo proyecto ha sido el teclista Don Airey. Esta leyenda de la escena musical que trabajó con bandas y artistas como Gary Moore, Ozzy Osbourne, Judas Priest, Black Sabbath, Jethro Tull, Whitesnake, Colosseum II, Sinner, Michael Schenker, Uli Jon Roth, Rainbow, Ten, Divlje jagode, Living Loud y el compositor teatral Andrew Lloyd Webber, entre muchos otros, fue reclamado por el teclista original de Deep Purple, Jon Lord, en el año 2002 para ocupar su puesto tras su retiro.

En palabras de Airey «‘Whoosh!’ se revela como un disco pesado, más oscuro y misterioso. Las grabaciones se llevaron a cabo en el mes de abril en el estudio The Tracking Room, que después de Abbey Road es el mejor estudio en el que he estado».

El músico añade en su presentación que «el álbum tiene un inicio muy humilde. Empezó en una sala de ensayos en Alemania solo con la banda y después fuimos a Nashville, ensayamos por dos semanas más antes de que Bob Ezrin llegara y fueron diez días en el estudio grabando, fue en Toronto donde se grabaron los vocales».

La saludable unión Deep Purple-Bob Ezrin

De haber pasado un periodo sin discográfica y en el que la agrupación solamente se centró en dar conciertos, Deep Purple han querido recordar a la Industria que todavía están aquí con este tercer disco junto al productor Bob Ezrin, quien ha trabajado con bandas como Pink Floyd, Kiss o Alice Cooper, entre otras.

Son precisamente los álbumes que trabajaron junto a Ezrin los que llevaron a la banda a las listas mundiales de música, ‘Now what!’ (2013) e ‘Infinite’ (2017) y sobre este reencuentro, Airey reveló que «mucha culpa de ese éxito tuvo que ver con la labor de Bob Ezrin. Lo conocimos en el 2012 en Toronto cuando tocamos en el Massey Hall, él vino solo como un espectador, después pasó a los camerinos y nos dijo, ‘deberíamos tener una reunión mañana’».

En dicho encuentro, Ezrin les planteó a Ian Gillan (voz), Roger Glover (bajo), Ian Paice (batería), Steve Morse (guitarra) y Airey hacer la música que ellos querían sin perseguir éxitos de radio o los grandes hits, algo que el quinteto aceptó de inmediato.

«Él dijo: ‘Lo que queremos realizar con vuestro disco es hacer lo que es natural para vosotros en vez de intentar ponerlos en la radio, o un sencillo hit. Él cambió el rumbo de la banda, es un tipo duro», subrayó Airey.

Los catorce temas de ‘Whoosh!’ abordan temas sociales actuales con una especie de mística mezclada con el rock clásico. Todo ello respaldado por el Hammond de Airey y la poderosa voz de Ian Gillan.

«El sonido es increíble, está todo muy unido y funciona muy bien, la mezcla es lo más increíble, las canciones son muy buenas también, pero la producción suena extensa», aseguró el teclista de Deep Purple.

En su repaso al disco, Airey se descubre fanático de la luna y la astronomía y reconoció que sus dos canciones favoritas del disco son ‘Throw My Bones’ y ‘The Power of The Moon’ y mencionó como una de las más difíciles de lograr ‘Man Alive’. En relación a ello, señaló que «no sabíamos qué era lo que en realidad queríamos hacer, teníamos el ‘beat’ pero no sabíamos cómo ponerlo todo junto. Al final lo logramos un poco rápido y quedó esa esencia misteriosa que a mí me gusta mucho».

El largo adiós

Si algo tenía claro en la vida Don Airey era que su destino estaba en el rock y que no terminaría siendo un ‘maestro de piano’. Sobre su paso por muy diversas formaciones punteras, Airey descubrió que «es gracioso, porque yo los veía cuando era estudiante y pensaba ‘eso es lo que quiero ser en la vida, no quiero de un maestro de piano’. Es increíble que ahora esté pasando».

Aunque la gira ‘The Long Goodbye’ que se tenía planeada para este año no tiene fecha reprogramada, Airey aseguró que el título no hace referencia a una próxima pausa de la banda, sino que no se sabía cuándo terminaría el tour y cuando se habló de un retiro Airey no lo ve cercano.

«La música es como una adicción, una vez que llega a la sangre no puedes parar, la cosa es que tienes que practicar todos los días, es parte de tu vida, practicar, grabar y hacer giras se vuelve parte de ti como persona. Como dice Bob Dylan: ‘¿Algún día te vas a retirar?, ¿Retirar de qué?’ Esta es la vida, nunca sabes si esto llegará a un final», explicó.

Finalmente, Don Airey espera con ansias el regreso de Deep Purple a los escenarios, pues considera que «tocar en vivo es lo más importante, es lo que hace ser a la música, su esencia no está en una grabación, en la radio, en la mente o en una página, es cuando estás tocando con gente, de eso se trata todo, une gente, es el propósito de todo».