Aunque están cambiando muchas de nuestras costumbres, la final Individual sigue siendo el día grande de Galarreta, que este año llega un poco más atrás en el calendario, pero mantiene el interés de siempre con una final inédita. Javier Urriza y Endika disputarán el sábado, a partir de las 16:30 horas, la final del Torneo Kutxabank Manomanista, la novena final del iruindarra, que busca su séptima txapela, y la primera del de Saldias, que quiere estrenarse ante el mejor especialista de los últimos años.

El delantero iruindarra perdió su segunda final el año pasado ante Barrenetxea, así que quiere sacarse la espina del año pasado. Endika, por su parte, afirmó en la elección de material que está con mucha hambre para ganar su primera txapela y está confiado, porque entiende que Urriza ya no es inalcanzable.

Aunque sea la primera final entre estos dos remontistast navarros, no hay secretos entre ellos, ya que ambos se han enfrentado en todo tipo de partidos en los últimos años. Eso sí, en las citas importanes, el delantero iruindarra siempre ha sido el vencedor. Entre ambos han disputado también una final del Master y en la liguilla del Manomanista de este año Urriza superó con facilidad a Endika por 30-19.

Con todos estos antecedentes, Urriza es el favorito claro, pero no se fía. El año pasado también era el principal candidato a la txapela y hubo sorpresa. Además, como ha asegurado Urriza en las horas previas, Endika es un remontista muy completo. «Ha jugado de delantero y tiene recursos tremendos para jugar el manomanista».

Pelotas vivas Urriza, más fuertes Endika

Ambos también quedaron satisfechos en la elección de material, aunque admitieron que «es difícil acertar para hacer el juego deseado. En el Manomanista es muy importante el saque y la idea era buscar pelotas que pudieran entrar bien en la mano» señaló Urriza.

Las pelotas de Urriza son más vivas y de más bote. «Las suyas son más fuertes. Es zaguero y tiene otras cualidades, aunque también ha jugado de delantero», apuntó el seis veces campeón.

Endika valoró de forma positiva la elección. «No me gusta la elección, pero esta vez me he quedado a gusto. Son similares a las semifinales. No son vivas y se ajustan a mi juego. Las suyas son diferentes, ha buscado una pelota más viva». Para la primera final está tranquilo de momento. «Sé lo que es jugar finales y eso ayuda a llevar mejor la presión».