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Fallece Iñaki Agirre, testigo de los últimos días de Joxe Arregi

«Cuando se pierde la memoria se pierde el futuro», declaró sobre ‘Haizea eta sustraia’ (2009), su documental sobre Txiki y Otaegi. Iñaki Agirre Errazkin fue también testigo de los últimos días de vida de Joxe Arregi. Este eibarrés ha fallecido a los 63 años.

Iñaki Agirre. (NAIZ)
Iñaki Agirre. (NAIZ)

Iñaki Agirre Errazkin ha fallecido este sábado a los 63 años. Su familia ha llamado a un acto civil de despedida en el auditorio de Txaltxa Zelai, en Eibar, el próximo lunes a las 19.00.

Agirre vivió en su piel la vida convulsa de este país. Detenido en diciembre del 78, acusado de pertenecer a ETA político-militar, fue uno de los testigos presenciales de los últimos días de vida del torturado Joxe Arregi.

Un testimonio que llegó a hacerse público gracias a una carta que redactó junto a sus compañeros del Hospital Penitenciario al que llevaron a Joxe Arregi: «La primera impresión recibida es que estaba aplastado físicamente (...). Al verle los párpados totalmente amoratados y un gran derrame en el ojo derecho, así como las manos hinchadas, le preguntamos el tipo de tortura que había sufrido y respondió muy lentamente: ‘Oso latza izan da’ (ha sido muy duro). Me colgaron de la barra varias veces dándome golpes en los pies, llegando a quemármelos no sé con qué; saltaron encima de mi pecho. Los porrazos, puñetazos y patadas fueron en todas partes».

Para sacar la carta y conseguir hacerla pública, un preso común la metió en un pelota y, con un tirachinas, la lanzó a un descampado. El padre y la hermana de Iñaki Agirre estaban avisados. El padre apartó a la hermana y lo cogió él: «Si alguien tiene que ir a la cárcel, iré yo», dijo. En aquella pelota también salió una medalla de Joxe Arregi para entregársela a su familia.

Iñaki Agirre trabajó en ETB y fue autor –suya es la dirección y guión– del documental "Haizea eta Sustraia" (2009), un intento de recuperar la memoria de lo que sucedió un 27 de setiembre de 1975, en aquella madrugada en la que el régimen franquista fusiló a cinco jóvenes militantes: Jon Paredes, Txiki; Anjel Otaegi, Humberto Baena, Ramón García Sanz y José Luis Sánchez Bravo.

«Haizea eta sustraia»

El documental realizado por Iñaki Agirre recoge durante 90 minutos una treintena de testimonios de quienes vivieron en primera persona aquellos asesinatos y la farsa que les precedió: familias, amigos, abogados van desfilando ante la cámara para contar sus recuerdos hasta que llegó el tiro de gracia.

En una entrevista publicada en Izaronews y Nabarralde, Iñaki Agirre explica que el documental era parte de un proyecto de «un grupo de amigos que nos constituimos en asociación Haizea eta Sustraiak y a quienes nos une la lucha antifranquista y la militancia en la cárcel –explicaba–. Inmigración y memoria histórica son cuestiones por las que se mueven la mayor parte de nuestros debates y a partir de ahí consideramos que la figura de Txiki cumple todos los requisitos, es un símbolo del emigrante, que se integra».

«Son las víctimas innombrables –añadía–. Nosotros les estamos poniendo rostro. Están olvidados por la inmensa mayoría del país, y lo están porque así se ha querido intencionadamente, porque se pretende meter debajo de la alfombra acontecimientos que no interesan al poder. La memoria de Txiki y Otaegi, y más incluso, la de los 30.000 fusilados por el régimen franquista».

Cuando le preguntaron por qué decidió formar parte de este proyecto, respondió así: «Tengo memoria (Iñaki lo dice serio, casi sin dejarme terminar la pregunta), pero sí soy un poco ratón de biblioteca. Porque cuando se pierde la memoria se pierde el futuro. Lo habrá dicho más gente, algo parecido, si no se sabe de donde sale esto, de qué conflicto surge…».