Daniel Galvalizi
MADRID

Giro del PP: Casado confronta con Vox y decide votar ‘no’ a su «desvarío estrambótico»

Como nunca antes, el líder del PP ha criticado con dureza a Santiago Abascal y a la ultraderecha. «Demagógico», «populista» y «cómplice de Sánchez», algunos de los ataques ante el éxtasis de su bancada. Por su parte, el presidente de Vox se ha reconocido «perplejo» pero ha prometido no hacer caer los gobiernos en los que son socios.

Pablo Casado, durante su intervención en el debate sobre la moción de censura de Vox. (Pablo BLÁZQUEZ/AFP)
Pablo Casado, durante su intervención en el debate sobre la moción de censura de Vox. (Pablo BLÁZQUEZ/AFP)

«En política lo que no es posible, es falso. Esta moción de impostura que nada tiene que ver con el debate sobre el interés general nos hace venir a perder el tiempo en medio de una pandemia», ha comenzado diciendo Pablo Casado. Desde las primeras palabras ya se podía advertir el golpe en la mesa que tenía pensado el líder del PP.

Como no había hecho nunca hasta ahora, ni él ni sus barones, Casado ha decidido confrontar fuerte con la extrema derecha y especialmente con su líder y hoy candidato a la investidura por la moción de censura, Santiago Abascal, a quien ha acusado de estar «creando crispación tres meses para nada, como todo lo que hacen».

Ante la sorpresa de propios y ajenos –alcanzaba a ver en el hemiciclo del Congreso el lenguaje no verbal de las caras de Inés Arrimadas (Cs) y de algunos ministros–, Casado ha seguido dando más pistas: «La moción de censura es un mecanismo constructivo y estamos votando si su usted y su partido tienen solvencia para liderar la nación más vieja de Europa. La respuesta es no».

«El tiro le ha salido por la culata», ha subido el tono, mirando siempre a Abascal, a quien le ha cuestionado más de una vez «haber insultado al partido que le dio trabajo durante 15 años». La estrategia ha sido, en cierta forma, copiar en algo a Vox, es decir, afirmar sus verdades sin complejos, salir del off the record de pasillo y señalar desde el estrado lo que piensa tras bastidores: «Vox es el seguro de vida de Sánchez» y «cómplice en la polarización» han sido algunos de los ejemplos.

Casado ha ido a por más, frente al ya nada disimulado júbilo de su bancada. «Lo que queda retratado es la destrucción que produce la política de división de Vox. Usted solo ofrece a España enfados y fracturas y a la izquierda una garantía de victoria perpetua».

Además le ha reclamado por qué pide «un España Suma parlamentario después de rechazar uno electoral, generoso, necesario y ganador, le regaló diputados a Sánchez en sitios donde no lo podían tener. Los dos quieren vaciar la España centrada para convertirla en su campo de batalla particular. Son la derecha que más le gusta a la izquierda».

También ha cargado con que «no hizo nada para evitar» el Gobierno de coalición «que dice querer censurar» porque en él «también está Vox, como una tenaza que quiere apretar a la España moderada», al tiempo ha calificado a Vox como «puro populismo, el de cuanto peor para España, mejor para usted, prefiere sepultar el interés nacional bajo su interés propio».

Tras cuestionar su discurso anti Unión Europea, «la conspiración judeomasónica» en alusión a las menciones a George Soros y «lo del virus chino» escuchados en el discurso de «desvarío estrambótico» de Abascal, Casado les ha hablado a sus votantes y ha prometido «no arriar» las banderas que viene apoyando, ha reivindicado a la UE, el matrimonio igualitario y el municipalismo.

La puja entre las dos almas del PP estaba zanjada, al menos por hoy. Ha ganado el sector que quería desmarcarse de la ultraderecha, que ha quedado confundida. Dos veces en su réplica Abascal ha admitido tener «perplejidad» pero le ha prometido que no iba a hacer pagar «el error» cometido hoy y no dejaría caer los gobiernos de Andalucía, Madrid y Murcia en donde Vox fue necesario para que gobierne el PP.

«Usted ha pateado sin misericordia a sus socios», le ha dicho el líder de Vox, quien se ha mofado de las ovaciones de la bancada del PP. «Ese júbilo y aplausos me recuerda al de la orquesta del Titanic, pero hoy usted ha dado tristeza y desesperanza. Se han querido colocar en el medio, no puedo creer su equidistancia».