El sindicato CFDT ha hecho hoy un acto de denuncia a la entrada de la empresa Lauak, en Hazparne-Aiherra, en el que ha mostrado su preocupación por el «plan de salvaguarda del empleo» que podría recibir este próximo fin de semana el visto bueno del organismo público encargado de validar ese expediente (Direccte).

En declaraciones a France Bleu, Jean-Claude Comet, representante del sindicato CFDT, ha expresado que «lo que más nos inquieta es esa filosofía, que privilegia las soluciones externas y que privilegia los despidos».

Considera el sindicato que el grupo Lauak está actuando con precipitación y recuerda que el plan aprobado por el Gobierno francés contempla 15.000 millones de euros para respaldar al sector de la aeronáutica, clave en el tejido industrial de Ipar Euskal Herria.

El sindicato CFDT teme que la opción de la empresa pase por llegar al esperado momento del relanzamiento económico tras la crisis derivada de la pandemia «con una parte importante de su actividad ya deslocalizada» en las fábricas que tienen el grupo en Portugal o México.

La primera empresa de lo que sería luego el grupo Lauak se creó en Aiherra en 1975 por la familia Charriton. Se llamaba Eskulanak y trabajó desde el primer momento suministrando piezas -calderería indusrial- al gigante de aviación Dassault, con sede en Biarritz-Angelu.

Hoy Lauak dispone de 11 plantas y su plantilla ronda los 2.000 trabajadores. Tres de esas plantas se sitúan en Euskal Herria, aunque el grupo tiene antenas relevantes en el Estado francés, particularmente en la zona de Toulouse, donde radica su principal cliente y hoy gigante de la aviación en apuros Airbus.

Plan de expansión internacional

Con una cifra anual de 200 millones de euros, la empresa presentó el año pasado un ambicioso plan de expansión que le debía llegar a doblar su cifra de beneficios en 2022.

Convertida en los últimos cuarenta años en un referente del sector y presentada de forma recurrente como ejemplo de buen hacer industrial, Lauak ha sido distingida con numerosos galardones, como el premio «neo-aquitains» en 2019 y también ha recibido puntualmente apoyo económico de las instituciones. Como ejemplo, en 2018, la región de Nueva Aquitania le otorgó una subvención de 63.270 euros para apoyar previsamente sus planes de internacionalización.