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La importancia de la nutrición infantil para el crecimiento y desarrollo integral de l@s niñ@s

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Iturria/Fuente: http://www.elikabio.com/


 

La alimentación ayuda a cubrir las necesidades nutricionales pero también es un factor clave en el proceso de crecimiento y desarrollo de las personas. Acompañados de la lactancia materna, los primeros alimentos deberán sumarse al menú diario desde los siete meses de vida.

 

Así, desde los seis meses la lactancia materna debe ser exclusiva para inmunizar al bebé y puede extenderse, junto a otros alimentos, hasta pasados los dos años. Las nuevas comidas, en tanto, deberán ofrecerse de forma gradual y con una amplia variación de colores, texturas y temperaturas que resulten atractivas para el lactante.

 

“Alimentar no es sólo cubrir las necesidades nutricionales de las criaturas, sino que además es uno de los factores claves para el crecimiento y desarrollo como personas”

 

En tal sentido, volvió a recordar la importancia de la lactancia materna, en tanto “la leche materna contiene todos los elementos necesarios para un crecimiento adecuado, en especial en los primeros seis meses de vida, en los que recomendamos que la lactancia sea exclusiva”.

La lactancia materna favorece y fortalece la relación de afecto entre la mamá y el bebé y contribuye al desarrollo de niños “capaces, seguros, y emocionalmente estables”.

 

Pasado el sexto mes, es necesario que la madre comience a incorporar nuevos alimentos de alto valor nutritivo, descartando sopas, caldos y jugos, ya que poseen gran cantidad de agua. Con un plato propio, que servirá para medir la ingesta del menor, y luego de haber sido amamantado, el bebé deberá ir probando los alimentos de a uno por vez y durante varios días para que se acostumbre a su sabor, sin agregados de sal o azúcar.

Entre los siete y ocho meses, en cambio, y con sus manos como herramientas que le permitirán conocer las diferentes consistencias de las preparaciones, lo recomendado es que el/la niño/a coma entre dos y tres veces al día, alejado de golosinas, embutidos, productos a base o derivados de soja, fritos, miel y postres lácteos envasados, entre otros.

 

Desde el Ministerio de Salud señalaron que es conveniente que la madre, hasta los dos años, “se quede con el niño hasta que termine de comer la cantidad suficiente de comida, ya que a veces la escupen, la tiran o pierden el interés”, y agregaron que “la variedad de las comidas -a través de combinaciones de alimentos según su color, sabor, formas, texturas y temperaturas- y su aspecto atractivo son estímulos que favorecen la actitud positiva del niño hacia la alimentación”.

 

Al cumplir el año, el bebé será un nuevo comensal en la mesa familiar. Ello hará que se sienta más integrado y ubicado en tiempo y espacio, ya que se alimentará a la par de sus congéneres.


Leche materna y un plato mediano completo integrarán su programa nutricional diario, el que será un plato común medianamente completo, a los dos años.

 

Hábitos saludables

 

no sólo están aprendiendo a comer, sino el hábito de la alimentación, el placer de disfrutar con la familia y nuevas conductas que desarrolla con el grupo”, “los hábitos alimentarios saludables que se adquieren en la infancia ayudan a tener buenas condiciones de salud a lo largo de toda la vida”.

 

Los hábitos saludables empiezan por casa. L@s chic@s aprenden en la mesa por imitación; por ejemplo, los gestos de aceptación o rechazo de los alimentos de las personas pueden condicionar la conducta alimentaria tanto como la promoción de la actividad física, que colaborará en estimular el crecimiento y lograr que los niños coman mejor. A ello se suma que nada se interponga en la reunión familiar, abriendo paso al diálogo entre los presentes.

 

Por otra parte, cuando l@s niñ@s se enferman, hay que darles de comer pequeñas comidas sencillas,livianas y más seguidas. Las enfermedades infecciosas comunes, como la diarrea o las infecciones respiratorias, por citar algunos casos, pueden provocar deficiencias nutricionales en los niños, dado que aumentan las necesidades de energía y nutrientes. Estas deficiencias pueden prevenirse si se continúa con la alimentación normal, incluyendo la lactancia materna.

 

Cuando se trata de un lactante con diarrea se debe continuar dándole el pecho, si es posible con mayor frecuencia, para evitar su deshidratación y /o desnutrición, desmitificando “la falsa creencia –apuntaron desde Maternidad e Infancia– de que durante la enfermedad se debe suspender la alimentación”.

 

Finalmente, si el menor vomita, lo prudencial es –después de hidratarlo– que ingiera  alimentos nuevamente, en cantidades pequeñas, hasta que los tolere. Una vez recuperado, el chico necesitará consumir una comida más por día, al menos durante las dos primeras semanas.

 

Consejos a la hora de maniobrar los alimentos: la higiene ante todo

 

Con excepción de la leche de la madre, cualquier alimento o bebida tiene posibilidades de contaminarse con microbios y ser peligroso para la salud. Para prevenir estos problemas es importante:

 

---) Lavarse las manos frecuentemente y con mucho cuidado, con agua limpia y jabón, antes de preparar y de servir los alimentos, y después de ir al baño, después de acompañar a los niños al baño, o después de cambiar los pañales.

---) Usar ropa y delantal limpios.

---) Evitar tocarse el pelo, la boca o la nariz mientras se cocina y, si se hace, lavarse luego las manos de inmediato.

---) Taparse la boca con el dorso de la mano o del antebrazo si se estornuda o tose, y después lavarse las manos.

---) Utilizar siempre agua segura para preparar los alimentos. 

---) Cuidar especialmente la higiene de los utensilios y vajilla que se usan para preparar y ofrecer los alimentos.

---) Todos los alimentos que se ofrezcan al niño deben ser frescos y, en lo posible, preparados en ese momento. No deben guardarse alimentos de un día para el otro. Evitar recalentar los alimentos.

---) Evitar el contacto de los alimentos con moscas u otro tipo de insectos, y con los animales domésticos.

---) No hay que pulverizar venenos o insecticidas cerca de los alimentos, para evitar su contaminación.

---) Para prevenir algunas enfermedades muy serias, las carnes deben estar muy bien cocidas, especialmente si se trata de carne picada, como en las hamburguesas. Asimismo, es importante evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos.

 

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