MIKEL INSAUSTI
CINE

«Mulan»

La versión en imagen real del clásico animado de Disney homónimo ha pasado por distintas vicisitudes, ya que en un principio el estudio de Burbank quería a un cineasta asiático de renombre para dirigir una superproducción presupuestada en 150 millones de dólares. La renuncia de Ang Lee hizo que se descartase la idea inicial, ganando más fuerza la posibilidad de potenciar el carácter feminista de la historia mediante la contratación de una mujer cineasta, opción que abrió las puertas a la neozelandesa Niki Caro. El tema racial seguía latente, por lo que en Internet se organizó una recogida de firmas para exigir que el reparto no fuera “blanqueado”, aunque nunca hubo declaraciones en ese sentido por parte de los responsables de la producción. La campaña quedó acallada con el anuncio de Liu Yifei como actriz estelar, dado su origen chino. Era además una decisión de riesgo, debido a que en principio se quería contar con Zhang Ziyi, musa de Zhang Yimou, por ser más conocida. Pero pudo más la juventud de Liu Yifei, a pesar de la polémica organizada en las redes al pronunciarse a favor de las actuaciones policiales en los disturbios de Hong Kong.

Han sido incidentes menores que no van a influir en la gran expectación creada para el estreno mundial del día 27 de marzo, con lo que se anuncia como un seguro éxito de público, porque en “Mulan” (2020) confluyen dos corrientes que le están funcionando de maravilla a Disney: Por un lado, la sustitución de sus princesitas por heroínas fuertes y, por otro, la conversión de sus clásicos animados en películas con personajes de carne y hueso. El camino ya está más que rodado para una fórmula desarrollada con “El libro de la selva” (1967/1994), “101 Dálmatas” (1961/1996), “Alicia en el País de las Maravillas” (1951/2010), “La bella durmiente” (1959) / “Maléfica” (2014), “La Cenicienta” (1950/2015)”, “El libro de la selva” (1967/2016), “La Bella y la Bestia” (1991/2017), “Las aventuras de Winnie the Pooh” (1977) / “Christopher Robin” (2018), “Dumbo” (1941/2019), “Aladdin” (1992/2019), “El rey león” (1994/2019), “La Dama y el Vagabundo” (1955/2019), “El jorobado de Notre Dame” (1996/2020) y “La Sirenita” (1989/2020).

Niki Caro también cuenta con su propio bagaje profesional y se dio a conocer internacionalmente con “Whale Rider” (2002), ganadora del Premio del Público en Sundance y Toronto, y que compitió en la Sección Oficial de Donostia. Era la historia de una niña maorí que se atrevía a contravenir a su abuelo y hacer suya una tradición milenaria reservada a los hombres de su raza. Le facilitó el pasaporte a Hollywood, donde debutó con “En tierra de hombres” (2005), que le permitió dirigir a Charlize Theron, Frances McDormand y Sissy Spacek, dentro de un relato sobre duras mujeres mineras. En esa línea pretende afianzarse con su próximo proyecto, nada menos que el biopic “Callas” (2021), que protagonizará la sueca Noomi Rapace.

La cineasta neozelandesa ha reconocido que la versión “live action” de la leyenda china inmortalizada en “La balada de Mulan Fa” no podía ser tan musical como la de animación, pero que la banda sonora compuesta por Harry Gregson-Williams adquiere una vital trascendencia en las secuencias épicas, y en especial las bélicas, inspiradas por el cine del maestro japonés Kurosawa.

Tampoco encuentran cabida en el enfoque realista del nuevo tratamiento los animales de compañía, dejando un hueco a la presencia simbólica del ave fénix. Con el humor sucede algo parecido, y se reserva para los toques costumbristas de las relaciones familiares o las de camaradería en el ejército.

La nueva “Mulan” lleva hasta sus últimas consecuencias la faceta guerrera de la protagonista, la cual se disfraza de soldado para evitar que lleven a filas a su padre enfermo y así poder cumplir con el mandato imperial de un recluta por familia en la defensa del territorio contra la invasión de los Hunos. Mulan representa de esta manera a la familia Fa.